El rapero Kanye West protagonizó este domingo su primer acto de campaña tras anunciar su candidatura a la Presidencia de EE.UU., un peculiar mitin en Carolina del Sur en el que propuso premiar con un millón de dólares a quienes tengan un bebé y generó polémica con unos comentarios sobre la esclavitud.
West se echó a llorar al pronunciar un discurso contra el aborto durante una reunión política confusa en la que lanzó su candidatura para las presidenciales de noviembre en Estados Unidos, en Charleston, en Carolina del Sur.
Vestido con un chaleco antibalas con la inscripción “seguridad”, Kanye West hizo un discurso incoherente durante un mitin reservado a invitados, que tuvieron que llevar mascarillas y respetar las normas de distanciamiento social, según medios estadounidenses.
La estrella del rap dijo que había deseado que su esposa, Kim Kardashian, abortara cuando estaba embarazada de su hija North, y habló de su padre. “Mi padre quería que mi madre abortara de mí. Mi madre me salvó la vida. No habría habido Kanye West porque mi padre estaba demasiado ocupado”, declaró el cantante, que se puso a llorar en ese momento. Luego habló de forma ininteligible durante un minuto y gritó: “¡Casi mato a mi hija! ¡Casi mato a mi hija!”.
Sobre la esclavitud
West también provocó controversia al afirmar que la célebre abolicionista afroamericana Harriet Tubman, que en el siglo XIX participó en una red clandestina para sacar del sur de EE.UU. a decenas de negros, “en realidad nunca liberó a los esclavos” sino que “hizo que fueran a trabajar para otra gente blanca”.
Algunos de los pasajes de su discurso circularon por las redes sociales suscitando indignación e inquietud sobre la salud mental del cantante.
Una usuaria afroamericana de Twitter, identificada como Toe Knee, capturó ese momento en vídeo desde el mitin y escribió: “Kanye dijo esto y me fui inmediatamente. Vine a reírme un poco y lo conseguí. Pero cuando empezó a faltar al respeto, para mí se acabó”.
Sobre el uso de armas
El ganador de 21 Grammys se pronunció además en contra de un mayor control de armas al afirmar que “disparar pistolas es divertido” y que si la gente dejara de tener armas otros países podrían invadir EE.UU. y “esclavizar” a su población.
West, que competiría como independiente en las elecciones de noviembre, ya logró este mes inscribirse en las papeletas del estado de Oklahoma, y su parada en Carolina del Sur tenía como objetivo recaudar firmas para poder competir también en ese territorio.
No está claro qué futuro puede tener la campaña del rapero, que hasta hace apenas unas semanas apoyaba fervientemente a Trump, porque el plazo para registrarse ya ha expirado en media docena de territorios y los requisitos son complicados en otros.
Pero West ya registró la semana pasada su comité de campaña electoral en la Comisión Federal de Elecciones, y bautizó su partido como BDY -abreviatura en inglés de “birthday” (cumpleaños)- porque, según dijo a Forbes, “cuando gane” las elecciones “será el cumpleaños de todo el mundo”.
Su candidatura
West anunció su candidatura a la presidencia el 4 de julio en Twitter. Durante un encuentro con el mandatario Donald Trump en la Casa Blanca en 2018, el rapero llevó una gorra con el lema del multimillonario “Make America Great Again” (Devolver la grandeza a Estados Unidos), pero ahora asegura haberle retirado su apoyo al republicano.
West no llegó a tiempo para inscribirse en la lista oficial de candidatos en varios estados, pero figura en la de Oklahoma.
Algunos observadores creen que su campaña podría perjudicar a la del candidato demócrata Joe Biden, sobre todo en los estados más disputados, en los que Trump ganó por la mínima en 2016 y donde los sondeos lo sitúan actualmente por detrás del exvicepresidente de Barack Obama.
“Decir que el voto negro es demócrata es una forma de racismo y de supremacía blanca”, afirmó West a principios de mes a la revista Forbes, reconociendo que no dudaría en pelear con Biden por los votos de la minoría afroestadounidense que suele votar a los demócratas.