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Daniela Pinto, la viuda de Miguel Quiroga, piloto del avión de Lamia, le salió al paso a las acusaciones contra su difunto esposo y aseguró que era un hombre bueno.
“Que la gente entienda que mi marido no es ningún monstruo”, le dijo la viuda a la “Red Uno” de Bolivia, en declaraciones reproducidas por el diario “La Razón”.
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Pinto lloró varias veces durante la entrevista, especialmente cuando se refirió a sus tres hijos, uno de los cuales tiene apenas seis meses de edad.
“Entiendan que mi marido dejó un hijo adolescente que tiene acceso a redes sociales, y hay tanta barbaridad que está poniendo gente que no sabe qué es un avión, que no entiende qué pasó. Se pone a opinar con tanta saña contra mi esposo sin darse cuenta que también atacan a una familia que esta dolida, un hijo que perdió a su padre, una niña que me mira y me dice: mami me quedé sin papá. Esa gente no entiende el dolor que ya estamos sufriendo y encima quiere enlodar el nombre de mi esposo”, declaró Pinto.
La mujer reconoció que en la ciudad que reside, Cobija, recibió solidaridad de parte de su círculo cercano y de varios ciudadanos espontáneos. “Gente que alguna vez se cruzó con él se sintió muy triste porque sabía la calidad de persona que era mi esposo. Era un hombre humilde que saludaba a todos en la calle”, agregó.
Pinto defendió la memoria de su esposo y aseguró que su pasión por volar incluso había sido motivo de discusiones en el seno familiar.
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“Tanta barbaridad que dicen, que su padre es un asesino, que su padre es un monstruo. Y mi marido no era nada de eso, mi marido era un hombre bueno, un hombre noble, mi marido era capaz de sacarse la camisa por darle a alguien si necesitaba (...) Siempre fue una persona que quiso superarse. Y me decía: amor, yo no puedo estar mucho tiempo en tierra, no puedo quedarme quieto aquí, yo me desespero si no vuelo. Y a veces peleábamos porque yo quería a mi marido en mi casa”, declaró la mujer.
El vuelo CP2933 de Lamia se estrelló el pasado 28 de noviembre en una montaña de La Unión, en Antioquia. 71 personas, entre ellas el piloto Quiroga, fallecieron.
La Aeronáutica Civil y las autoridades bolivianas confirmaron que el avión no llevaba las reservas de combustible requeridas por la ley. Incluso el gobierno de Bolivia investiga si hubo tráfico de influencias en el proceso de licenciamiento de la aerolínea, que obtuvo el permiso en 2015, a pesar de que nunca tuvo operación comercial en Venezuela.
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