En Rusia, que se quedó sin participar en el Mundial de Qatar porque la FIFA lo sancionó debido a la invasión del país a Ucrania, el fútbol no se ha detenido.
Hoy, en el partido entre dos de los equipos más tradicionales del país, el Zenit y el Spartak Moscú, se armó una pelea a patada y puño limpio en la que el volante de marca colombiano Wilmar Barrios fue el principal protagonista.
El partido definía la clasificación a la fase final de la Copa de Rusia. El marcador iba 0-0, el tiempo anunciaba el final del partido y todo parecía indicar que se definiría en una tanda de penaltis.
Pero antes de que eso ocurriera, Barrios recibió un empujón del número 10 del Spartak, Quincy Promes, que desató la furia de los titulares, los suplentes y el cuerpo técnico de cada equipo, que entraron a la cancha a repartir puños y patadas a cualquiera que se encontraran del equipo rival.
En el video de la pelea, que se compartió en redes sociales, se ve que Barrios es el más damnificado de todos. Jugadores de su equipo rival lo encerraron en un círculo en el que le pegaban de todas las formas posibles hasta que lo tiraron al suelo y, una vez allí, siguieron golpeándolo.
La golpiza duró varios segundos hasta que logró dispersarse. Al final, Barrios, dos de sus compañeros y tres jugadores del rival fueron expulsados. El partido terminó en penaltis, donde el Zenit del colombiano se impuso 4 a 2.