Ha transcurrido poco menos de un mes desde que la Personería de Medellín y la Federación de Acciones Comunales de la ciudad le dieron una distinción al dirigente de la comuna 6 Alexis Castrillón, y entre las organizaciones sociales algunos aún se preguntan por qué condecoraron a alguien señalado entre los presuntos artífices del desgreño en el Presupuesto Participativo en la capital antioqueña.
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El acto tuvo lugar en el auditorio de Plaza de la Libertad, en La Alpujarra, y fue registrado en redes sociales en las que aparece el personero Melfi Boset Rave con Castrillón empuñando en la mano la placa que recibió.
Castrillón ha sido un dirigente comunitario desde hace mucho tiempo pero su imagen dista mucho de la de un parroquiano cualquiera de un barrio popular donde casi la totalidad de la gente apenas sobrevive. De hecho, ha colgado fotos en redes sociales correspondientes a viajes por otros países y en playas exóticas. De él también se dice que usa relojes Rolex y que se mueve en camionetas de alta gama, igual que otros integrantes de su familia.
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Pero el cuento de estos lujos no pasaría de lo anecdótico si no fuera porque hay versiones según las cuales todos los privilegios los ha alcanzado aprendiendo a sacar lucro del trabajo comunitario, que en teoría es voluntario y gratuito.
Fuentes que presenciaron su ascenso vertiginoso relatan que hace poco más de tres lustros se ocupaba como ayudante en un restaurante de la Plaza Minorista, pero se comenzó a interesar en los asuntos sociales y se engomó con la comunicación comunitaria. Luego se vinculó con la acción comunal del barrio San Martín de Porres, donde residía. A la par que estudiaba comunicación audiovisual en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, montó la organización Asercomunitaria y arribó posteriormente a la Asocomunal de la Comuna 6.
A la par, se habría aliado con Luis Carlos Piedrahíta, exdirector de la Corporación Democracia —que en décadas pasadas agremió a exparamilitares reinsertados— para tomarse la presidencia de esa organización de segundo nivel y de paso, hacerse a un cupo en el Consejo Comunal de Planeación.
Más adelante, Castrillón se fue extendiendo con su círculo más inmediato a toda la comuna 6 y después a otras siete comunas haciendo uso de una red de doce organizaciones controladas por su círculo cercano y que se especializaron en contratar proyectos financiados con el PP. Este es un asunto que investigado por la Fiscalía.
Ya en julio de 2019, el secretario de Participación Ciudadana de la época había ordenado que se investigara a la Asocomunal y a la junta de vivienda de la comuna 6-Doce de Octubre por no presentar a tiempo los libros contables ni realizar las respectivas asambleas en 2017 y 2018 para elegir delegados. La decisión recayó de manera personal contra él, que era el presidente de ambas organizaciones, y contra otros ocho dignatarios.
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Pero a partir del año siguiente, dentro de la administración de Daniel Quintero, la indagación se archivó y hubo contratos por montón con las entidades ligadas a Castrillón. Por ese motivo cursa una indagación en la Fiscalía contra funcionarios de Participación Ciudadana que habrían pecado por acción u omisión.
Igualmente, la Personería, curiosamente la misma entidad que acaba de resaltar a este dirigente, abrió en abril del año pasado una indagación por las dudas sobre el manejo que se le dieron a los recursos de un contrato por $2.000 millones que firmaron el Colegio Mayor con Asercomunitaria, para promocionar la oferta educativa de las instituciones de educación superior del Distrito.
En un programa que transmite por internet la Veeduría al Plan Estratégico de la Comuna 6, Piedrahíta, el viejo aliado de Castrillón, aseguró que buscaría un principio de oportunidad a cambio de confesar los presuntos actos de corrupción en que incurrió para priorizar proyectos en los que él y otros ediles quisieron incidir para obtener ganancias y repartir los puestos de gestores educativos y las becas universitarias que financia el PP.
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