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¿Se vive una sexta extinción masiva acelerada?

Una investigación reciente encontró que 515 especies de vertebrados están al borde de la de extinción. 62 en Colombia.

  • El Tororí de Urrao solo se encuentra en el territorio colombiano. Foto: Cortesía
    El Tororí de Urrao solo se encuentra en el territorio colombiano. Foto: Cortesía
16 de junio de 2020
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Como fichas de dominó la desaparición de una especie vaticina el final de otras. Pero también la reorganización de un panorama que abre las puertas a unas escenarios nuevos.

Un trabajo científico adelantado por los biólogos Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología, de la Universidad Nacional Autónoma de México; Paul R. Ehrlich del Centro para conservación biológica de la Universidad Stanford y Peter H. Raven del Departamento de ciencia de las plantas en el Jardín Botánico de Missouri alertan sobre una sexta extinción masiva que se está acelerando y del peligro que representa tanto para los ecosistemas como para la humanidad. Hace cinco años otro trabajo de investigación de Ehrlich anunciaba que la sexta extinción ya estaba en marcha.

¿Qué tanto esta reciente publicación en la revista PNAS se asocia con el conocimiento que tenemos en Colombia sobre el estado de las especies de aves locales?

Publicada el 1 de junio de este año (Los vertebrados en el borde como indicadores de aniquilación biológica y la sexta extinción en masa) estimó que 515 especies de vertebrados terrestres –aves, anfibios, mamíferos, reptiles– están al borde de una extinción masiva. Se trata de especies animales con poblaciones supervivientes de menos de 1.000 individuos. Según su estudio se ubican en las regiones tropicales y subtropicales y, de manera significativa, se concentran en regiones muy afectadas por las actividades humanas.

La extinción es una parte natural del proceso evolutivo. Excepto, sugiere el profesor de la U. de A. Sergio Solari Torres, especialista en sistemática y evolución de mamíferos marsupiales, que el número de especies amenazadas simultáneamente se vincula con una presión directa del hombre. El investigador está de acuerdo con lo que sugiere el estudio que basa sus datos de las listas rojas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el “Informe Planeta Vivo 2018” del Fondo Mundial para la Naturaleza.

“Estamos ante una crisis de diversidad, de expansión demográfica de los humanos y de cambios rápidos del paisaje y el clima, que está reorganizando el panorama” reconoce Andrés Cuervo, profesor y curador de ornitología del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia. Pero al igual que otro investigador en vertebrados del país, Andrés Rymel Acosta Galvis, especialista en anfibios del Instituto Humboldt, se inclinan por entender esta situación como “procesos de pérdida y disminución gradual o masiva de la diversidad”.

Vertebrados en Colombia

A todas luces es dramático que se pierdan especies y su historia particular que es irrepetible, y Cuervo hace énfasis en que: “verlo desde el punto de vista de las cifras es interesante pero insuficiente porque la vida va más allá de los números”.

Habla de sus interacciones y de la reorganización que la desaparición de una especie suscita y de los cambios que el planeta no conoce y no hubiera conocido si no fuese por el hombre. A su argumento agrega que hay sesgos taxonómicos pues el conocimiento humano de la biodiversidad es incompleto e imperfecto. Cuervo sugiere que incluso en las previas 5 extinciones lo que pasó después fue un florecimiento de vida. “Nosotros mismos somos producto de eso: la diversificación fuerte por un lado de las aves y por otro de los mamíferos luego de la extinción de los dinosaurios”, discute el investigador.

La complejidad de estas circunstancias reclaman una mirada cautelosa. Cuervo y Rymel están de acuerdo en que el enfoque que proponen en el estudio de PNAS debe ser tratado con cierto recelo para no entrar en estado apocalíptico.

Desde su orilla Rymel expone: “Llevando esto a cifras, si observamos la tasa de descripción , hallazgo y reportes de nuevas especies colombianas de anfibios en promedio tenemos siete nuevas especies por año; en los últimos 10 años sumamos 56 nuevas. Si la extinciones fueran catastróficas prácticamente no estaríamos reportando nuevas formas”.

De las 515 especies con menos de 1000 individuos listadas por los investigadores de que publicaron en PNAS; 13 son endémicas del país, es decir solo se encuentran en el territorio colombiano; y 62 de ellas están registradas en el SiB Colombia, la red nacional de datos abiertos sobre biodiversidad. Conservacionistas y biólogos sugieren valoran los números, pero saben que más allá de los datos, para conservarlos será valioso entender mejor la taxonomía, ecología y evolución de las poblaciones de diferentes especies, muchas de ellas en grado de amenaza.

Explore las imágenes para conocer más información sobre las especies:

(Si no puede ver los gráficos de clic aquí)

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