Probablemente ha escuchado hablar de project finance cuando ha leído sobre la financiación de grandes proyectos de infraestructura como la construcción de carreteras, puertos, plantas de energía o hidroeléctricas.
Este mecanismo está diseñado para grandes proyectos de infraestructura o energía cuya inversión inicial es especialmente costosa y su periodo de rentabilización es a largo plazo, de 20 a 30 años.
Recientemente se ha hablado mucho de esta forma de financiación al referirse a las vías 4G. Sin embargo, este método no es nuevo.
Según la tesis de investigación “Project finance como estrategia para estructurar proyectos de infraestructura en Colombia” de Nubia Franco y Luz Gallego, de la Universidad Esumer de Medellín, en este país los primeros proyectos financiados bajo esta modalidad aparecieron en 1996 en el sector petrolero y energético. Enron invirtió 389 millones de dólares en Centragas para la operación, mantenimiento y transferencia de gas natural desde Ballena, en la costa caribe de Colombia, hasta Barrancabermeja.
Por otro lado, en el proyecto Transgas de occidente Enron invirtió 307 millones de dólares, para el mismo propósito. En cuanto al sector energético, en Termobarranquilla (Tebsa) hubo una mayor inversión, fue de 756,2 millones de dólares por parte de Banque Paribas & UBS.
Al año siguiente, en 1997, el sector de aguas incursionó en el aprovechamiento de este vehículo financiero con la inversión de 100 millones de dólares para el proyecto Salitre por parte de una empresa francesa (Suezz Lyonnaize) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Once años más tarde, en 2008, el sector de transporte portuario se montó en el tren de financiación de proyectos y, con una inversión de 125 millones de dólares que Bancolombia aportó, se inició la construcción de la terminal marítima Contecar, ubicada en Cartagena.
En 2010, Bonus invirtió 108 mil millones de pesos para la concesión del Corredor portuario de Barranquilla y en 2012, 600 millones de dólares para ser parte de la construcción de Cormagdalena.
A partir de 2009, el mecanismo empezó a ser utilizado para las concesiones en carreteras. Por ejemplo, ese año el Consorcio vía al mar obtuvo una financiación de 124.500 millones de pesos por parte de Bancolombia. Por su parte, Hatovial S.A. consiguió 67 mil millones de pesos por parte del mismo banco.
En 2010, el primer tramo de la Ruta del Sol obtuvo 500 mil millones de pesos de Bancolombia y el segundo tramo consiguió 1,5 billones de pesos por parte de Corficolombiana.
La tercera parte de la Ruta del Sol recibió financiamiento por Bancolombia en 2011 con 130 millones de dólares (ver Para Saber Más).