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Los usuarios de Empresas Públicas de Medellín (EPM) no verán incrementos en su “recibo de la luz” en los próximos tres meses, pese a un fenómeno de El Niño que disminuye la disponibilidad de agua para la generación hidroeléctrica, que es la forma más barata de obtener energía en el país.
La buena noticia para los bolsillos de los antioqueños la da el gerente de EPM, Juan Esteban Calle Restrepo, aunque pronósticos oficiales afirman que la sequía por cuenta de El Niño se hará más intensa en próximos meses, se prolongaría hasta mayo de 2016, y ya ha hecho que llueva en el país 25 por ciento menos que la media histórica en lo que va del año.
“En septiembre, octubre y noviembre, meses claves en que esperábamos una temporada de lluvias, ya se ve lo contrario. La entrada de la central hidroeléctrica Sogamoso (Isagén, en Santander), ha ayudado a que haya una menor volatilidad de los precios de energía, a pesar de la adversidad del clima. También ayuda la reciente entrada en operación de una planta de Gecelca (a carbón, en Córdoba) y la próxima entrada de El Quimbo (Emgesa, en Huila)”, comentó Calle Restrepo en entrevista exclusiva con EL COLOMBIANO.
En ese sentido, como hace mucho tiempo no ocurría, el país tuvo que dar el paso de verse obligado a generar energía térmica con combustibles líquidos, unas cinco veces más caro que la hidráulica, lo que también tuvo que hacer EPM en Termosierra, para preservar el agua de los embalses.
Además, Calle reveló que este año EPM apunta a generar utilidades por 1,5 billones de pesos, pese a los embates del clima, el impacto de la última reforma tributaria y tras haber mitigado a tiempo el impacto de la devaluación del peso frente al dólar. Cabe recordar que EPM transfiere cerca de una tercera parte de sus transferencias al Municipio de Medellín, su único dueño, que son claves para financiar inversión social.
Además, el funcionario se refirió a cómo actuará EPM con el 13,14 por ciento de propiedad ante la privatización del control accionario de Isagén, y también dio puntadas de los ajustes regulatorios que se requieren en energía, así como para poder llevar mejores servicios y tarifas en agua y gas, con el sello EPM, a más usuarios del país.
Y, como en las carreras de relevos en atletismo, dice que está listo “para entregar la posta” a quien lo suceda y le da algunos consejos (lea la entrevista completa en www.elcolombiano.com). Quien resulte electo alcalde el próximo 25 de octubre decidirá quién ocupará el puesto de Calle, quien le deja una vara alta por superar:
¿Un fenómeno de El Niño más fuerte significará un incremento tarifario para los usuarios de EPM?
“Nuestros usuarios pueden estar tranquilos de que no habrá aumento en las tarifas en el resto de 2015, aunque les pedimos un uso racional de servicios de electricidad y agua, pues es importante ser cuidadosos y responsables con el planeta y el país. Ahora estamos cubiertos desde la contratación (de energía) en nuestras empresas de distribución, pese a la mayor demanda que se registra al final del año”.
Para comienzos del próximo año ¿sí puede haber alzas en las facturas?
“Depende mucho de cómo se comporte la hidrología (lluvias que alimenten los embalses) y que esperamos que mejore. Pero resulta prematuro adquirir compromisos en relación con la situación de 2016”.
¿Cómo están los niveles de los embalses de EPM?
“El Peñol está en 67,6 por ciento de su capacidad, que es un muy buen nivel y es el más importante de los embalses que tiene EPM. El agregado nuestro está en 62,5 por ciento y el de Colombia en 66,6 por ciento. Como país estamos en un nivel aceptable, pero, indiscutiblemente, hay que cuidar el recurso”.
¿Esta nueva realidad de menos lluvias pone en riesgo el alumbrado navideño de Medellín?
“Para nada y sabemos el gran impacto positivo que tiene en la generación de empleo y turismo. Por ser un alumbrado con bombillas led, muy eficiente en el consumo de electricidad, equivale solo al consumo de Medellín en una hora en todo un año. Ahora la invitación es a que los hogares antioqueños ahorren al menos una hora de energía, como una muestra de solidaridad con otras regiones del país que están atravesando una realidad de hidrología más compleja”.
Frente al servicio de agua (acueducto), el verano también afecta...
“El suministro está asegurado, no hay ninguna alarma distinta a que todos tengamos claro que el agua es un recurso que debemos cuidar haciendo un uso racional”.
¿EPM verá afectados sus resultados en 2015 por tener que comprar energía cara para cumplir con los contratos que tiene?
“Si bien no se afecta para nada el bolsillo de nuestros clientes, al tener que generar con líquidos, no es igual que generar con las hidroeléctricas lo que tenemos contratado. Eso implica un esfuerzo económico para EPM, dependiendo de la hidrología. Fuimos prudentes en la contratación de energía en el mercado no regulado (industria), porque esperábamos el fenómeno de El Niño”.
Con la necesidad de más generación térmica, ¿EPM tiene asegurado el suministro de gas para su central Termosierra?
“Afortunadamente en los últimos meses se ha logrado conseguir gas en las subastas. Hay un problema estructural en el país de falta de gas para sus centrales termoeléctricas. Colombia necesita darle más firmeza al sistema eléctrico, y eso solo se logra con una base térmica robusta, sea a gas o a carbón. Y la falta de suministro de gas ha dificultado mayores niveles de contratos de energía a largo plazo en el mercado no regulado (industria)”.
En esas condiciones, ¿con cuántas ganancias espera cerrar en 2015?
“Consideramos que vamos a cumplir la meta de utilidad neta de llegar al mismo nivel de 2014, pero bajo normas internacionales (Niif), es decir 1,5 billones de pesos. Eso en norma contable colombiana (Colgaap) son 1,8 billones, incluido el impacto de la última reforma tributaria, devaluación y fenómeno de El Niño”.
¿Cómo se ha manejado la trepada de la tasa de cambio?
“De los logros más importantes que hemos tenido en EPM en 2014 y 2015 es el manejo del riesgo cambiario. En 2014 se inmunizaron los resultados con la emisión, en pesos, de 500 millones de dólares y que se dejaron en caja. También con recursos recibidos por la fusión de Une y Millicom (Tigo Colombia) que también se dejaron en dólares, para adquisiciones, y se le entregaron al Municipio en pesos”.
Con ambas operaciones, ¿de cuánto es el impacto cambiario contrarrestado?
“Al final evitamos un gasto en el estado de pérdidas y ganancias (P y G) de 350 mil millones de pesos en 2014. Y para este año, en que la devaluación ha sido significativa, se ha podido inmunizar una parte, pues ya algunos dólares se han usado, y al final del día hemos podido mitigar el golpe en un 60 por ciento, con un ahorro similar al de 2014. Con lo que ha pasado con el peso, de aquí en adelante no esperamos otras futuras devaluaciones que sean extremas”.
¿La devaluación pasa factura a costos de obras de la central Ituango?
“No, porque el mayor componente de la inversión, las obras civiles, se contrató en pesos. Apenas el 15 por ciento del costo total del proyecto está en dólares, correspondiente a equipos, y mucho de ellos ya se había pagado antes de la devaluación. Al final de cuentas, estamos tranquilos”.
¿Cuál es su parte sobre la que será la hidroeléctrica más grande del país?
“Nuestro mayor compromiso es que Ituango esté entregando energía al país a partir de diciembre de 2018 y los cronogramas van bien. Ya tenemos un avance de 35 por ciento del proyecto y más de 3,5 billones de pesos invertidos. La transformación del área de influencia es completa con el Plan Integral y hay un compromiso de los 12 municipios”.
¿Cuáles son los próximos hitos del megaproyecto?
“Vamos avanzando muy bien en todos los frentes, en la excavación del vertedero, la presa, la caverna de casa de máquinas. Tenemos la vía de Puerto Valdivia a la presa, que son 37 kilómetros y esperamos que en diciembre esté transitable y pavimentada en el primer trimestre de 2016. Ya en la margen derecha estamos próximos a concluir uno de los túneles viales”.
¿Qué falta para que el país tenga tarifas de energía más competitivas?
“Se requiere que los grandes proyectos entren a tiempo y que los generadores tengan los estímulos adecuados para seguir invirtiendo, eso es un marco regulatorio que no esté cambiando constantemente y un marco tributario que sea coherente con la inversión”.
¿Le inquietan las propuestas de cambio en el cargo por confiabilidad que quiere introducir la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg)?
“Primero, el Gobierno quiere incentivar nuevos proyectos de generación para darle firmeza al sistema eléctrico y eso está bien. Pero en el cargo por confiabilidad nos parece más prudente un cambio gradual, tiene que haber una transición, en el sentido en que los inversionistas como EPM tomamos decisiones cuantiosas con base en ese cargo, y no es conveniente para nadie el cambio de reglas de juego en el camino”.
Pero que ese proyecto de resolución de la Creg salga como está, ¿no es darle la razón a los industriales que piden premiar la eficiencia más que la confiabilidad del servicio?
“Creo que, independientemente de los niveles a que llegue el cargo por confiabilidad, al final los contratos de energía (con los industriales) en la formación de precios reflejarán una tasa interna de retorno adecuada a inversiones en generación que son de alto riesgo y cuantía. Al final, el mercado tiene que remunerar de manera adecuada las inversionistas, de lo contrario, no se realizan y pierde el país entero en competitividad”.
¿Hay temores en que la hidroeléctrica Ituango no pueda cumplir sus compromisos por estas limitantes?
“Hacer proyectos de 5.500 millones de dólares y de esa envergadura no es cosa fácil en Colombia. Al final del día, estamos pidiendo una tasa de retorno que termina siendo de un solo dígito (entre 1 y 9 por ciento). El país necesita este tipo de proyectos y las tarifas reflejan el riesgo que implican, al tiempo que están expandiendo no solo las fronteras de la institucionalidad en el territorio (que llegue el Estado), sino la disponibilidad de energía para la industria colombiana”.
Ya hay interés de unos inversionistas daneses en hacer un proyecto de generación eólica (con el viento) en La Guajira. ¿EPM proyecta ampliar su parque eólico Jepírachi?
“A futuro tenemos interés no solo en proyectos de energía eólica, sino fotovoltaica (solar) y geotérmica (con calor de la tierra). En esto último, ya tenemos un estudio avanzado en el Nevado del Ruíz, y también revisamos posibilidades en La Guajira. Pero antes de esas energías no convencionales, lo que necesita hoy el país es darle más firmeza al sistema eléctrico. Por eso en una futura subasta para ganar capacidad de generación creo que habrá más proyectos hidroeléctricos. En caso de darse, tenemos a Espíritu Santo, aguas abajo de Ituango (capacidad instalada de 700 megavatios)”.
De otro lado, ¿en qué va la masificación de agua potable prepago?
“Ya estamos cerca del hogar número 5 mil conectado en el Valle de Aburrá y esperamos tener 10 mil hogares con esta modalidad al cierre del año, para que sean 40 mil usuarios en 2016. También está en los planes llegar a otras regiones como Urabá. Estamos convencidos de que la mejor forma de llegarle con servicios públicos a la población vulnerable es con modalidades prepago”.
¿Este esquema se aplica solo a familias con problemas en pago pospago?
“Así es, por ahora tenemos en agua una resolución tarifaria que permite llegar a familias que tienen cortes de servicio, pero la idea es con el Ministerio de Vivienda poder tener un marco tarifario para ampliarlo y que, si un hogar ya tiene energía prepago, también pueda tener agua prepago. La idea es replicar el éxito de energía prepago en que ya superaremos los 185 mil hogares antioqueños, con un esquema en que hacen uso responsable y se adapta a sus flujos de ingresos”.
¿Cómo va la Tarjeta Somos, que facilita la compra de electrodomésticos?
“Ya se superaron los 350 mil tarjetahabientes inscritos en Somos, de los cuales unos 160 mil usuarios tienen crédito. Con la tarjeta buscamos estimular buenos comportamientos y premiar el pago a tiempo. Ahora con la alianza del Metro (Somos Cívica) esperamos que crezcan los usuarios en el Valle de Aburrá. Con Somos ya estamos en Urabá y en proceso de llevarla a otras filiales del país (Eje Cafetero, Santander) e internacionales, incluso ya en Panamá estamos mirando cómo entrar”.
En cuanto a expansión internacional, ¿en qué condiciones está dispuesto a EPM a reactivar la compra de la transmisora Taesa, en Brasil y, al fin, ser socio de Cemig?
“Lo de Brasil está suspendido. Seguimos apreciando mucho a Cemig, construimos una muy buena relación, ahí está la semilla de lo que pueda surgir a futuro. De otro lado, la menor calificación de Standard & Poor’s de hace unas semanas incrementó el riesgo de invertir en ese país”.
Pero también la opción de comprar más barato...
“Así es, pero por ahora está cerrada esa posibilidad (Taesa), aunque en el mediano plazo nos sigue interesando Brasil. Ahora que la situación es compleja, se vuelve más interesante para un inversionista de largo plazo como EPM”.
¿Y se han dado pasos con la filial mejicana Ticsa para entrar al mercado de California (Estados Unidos)?
“Hay identificado un solo proyecto en aguas, por el momento. Está en los planes de Ticsa, pero tomará un poco más de tiempo”.
Ya en Colombia, ¿ve oportunidades en el negocio de aguas, en vista de limitaciones en energía?
Vemos importantísimas oportunidades en aguas industriales como en tratamiento de aguas residuales. Pero Colombia debe ir hacia un marco regulatorio que haga más atractivas las inversiones con la posibilidad de unificaciones de forma expedita mercados”.
Entonces, ¿qué sugiere?
“Que se replique el mismo modelo aplicado con éxito en electrificación, que permite integrar mercados y acelerar inversiones en el territorio. Ya hemos hablado el tema con el ministro de Vivienda, Felipe Henao, quien se ha mostrado partidario. Las cosas van por buen camino”.
En cuanto a gas, ¿cómo avanza la expansión?
“Ya superamos los 400 mil usuarios y terminaremos 2015 con el servicio en 105 municipios antioqueños. Por eso también hemos pedido al Gobierno poder integrar mercados, lo que ayudaría a reducir las tarifas en los municipios” (ver “Dicen de...).
Reactivado el proceso de venta de Isagén, ¿cómo actuará EPM de cara a un nuevo controlante?
“Vamos a esperar. Logramos de forma prudente conseguir el periodo de tiempo adicional en el reglamento para accionistas minoritarios del sector público, como EPM, de cara a la Oferta Pública de Acciones (OPA). Una vez sepamos quién es el nuevo accionista controlante tendremos el tiempo suficiente para ir al Concejo de Medellín y pedir autorización de enajenación, según la Ley 226 (de 1995), si es lo que se considera adecuado”.
¿Pero si el nuevo controlante cumple con los requisitos que evalúa EPM?
“Eso depende de muchas cosa, por ejemplo: quién es el socio, cómo quiere manejar la compañía y qué precio pagó. Y esto se sopesa frente a otro tipo de oportunidades de inversión que tiene EPM, donde puede tener control accionario y otros valores agregados”.
Usted ya está en la recta final de su gestión, ¿Qué recomendaciones le haría?
“Hay que continuar la transformación del grupo empresarial para que cada día sea más competitivo. Hay que creer y apoyar la exitosa estrategia de crecimiento del Grupo que comenzó en 2003 y ha sido muy beneficioso para Medellín: hoy 33 pesos de cada 100 de transferencias al Municipio provienen de ese crecimiento. Por supuesto, hay que concluir Ituango y continuar con la central Espíritu Santo, una oportunidad única en una próxima subasta” (ver En un minuto).
Si se lo proponen, ¿estaría dispuesto a continuar en la gerencia de EPM?
“No veo ese escenario. Estoy entusiasmado con entregar la posta y lo hago con mucha satisfacción por lo que se ha logrado, el equipo que se ha formado y el plan de negocios de largo plazo con que queda esta compañía. Sé que viene un cambio de administración municipal y me siendo muy agradecido con la vida de haber aportado a una historia de 60 años de EPM”.
Entonces, no se quedaría...
“Voy por la vida con la maleta lista, porque uno no puede apegarse a nada”