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Samuel, el empresario de 9 años que cazó los tiburones de Shark Tank Colombia

Vive en Sabaneta y creó una empresa con la que vende más de 300 jabones naturales cada mes, los distribuye por toda Colombia.

  • Samuel Grajales Pineda es un niño de 9 años que montó su propia empresa de jabones, emprendimiento que logró una millonaria inversión en el programa Shark Tank. FOTO Edwin Bustamante
    Samuel Grajales Pineda es un niño de 9 años que montó su propia empresa de jabones, emprendimiento que logró una millonaria inversión en el programa Shark Tank. FOTO Edwin Bustamante
  • BukiBurbujas es un jabón que promueve el lavado de manos en niños y niñas. FOTO Edwin Bustamante
    BukiBurbujas es un jabón que promueve el lavado de manos en niños y niñas. FOTO Edwin Bustamante
  • La idea de negocio de Samuel surgió en la cuarentena (2020) porque quería tener ingresos. FOTO Edwin Bustamante
    La idea de negocio de Samuel surgió en la cuarentena (2020) porque quería tener ingresos. FOTO Edwin Bustamante
19 de enero de 2022
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Lo que comenzó en octubre de 2020 como una idea para reunir el dinero que le permitiera comprar una consola de videojuegos, hoy es un gran negocio. BukiBurbujas es la empresa de Samuel Grajales Pineda, el primer niño del país que se presentó al programa Shark Tank Colombia: logró que los cinco tiburones (inversionistas) se interesaran por su emprendimiento de jabones naturales.

La forma de ser de “Samu” no parece la de un niño de 9 años: desde cómo se expresa hasta su estilo de caminar reflejan su autenticidad. Todo el tiempo quiere ir más allá: pregunta, cuestiona. Y es que así inició su empresa: buscando respuestas. Entonces en internet encontró cómo se fabrican jabones artesanales y aprendió a hacerlos guiado por tutoriales.

En la primera producción, que fue de manera artesanal y con la ayuda de sus padres Johny Grajales y Lorena Pineda, sacó 30 jabones. Actualmente, cada mes fabrican 350 unidades, reciben pedidos de ciudades como Neiva, Bogotá, Villavicencio, La Guajira, municipios de Antioquia y Boyacá, entre otros lugares.

Es un producto alegre. Los jabones de BukiBurbujas vienen en diferentes colores y figuras: hay osos, carros, unicornios, perros, hipopótamos, triceratops, mariposas. Están hechos de glicerina 100% natural, extraída de una palma africana. En su interior traen un juguetico pequeño, al estilo de los huevos Kinder. ¿Por qué? Para promover, motivar e incentivar el lavado de manos de niños y niñas, según Samuel.

La utilidad final de este negocio funciona de la siguiente manera: un jabón vale $9.000, de esa cantidad su madre, que es contadora de profesión y mano derecha, saca $5.580 para costos de producción, gastos administrativos y un ahorro de $200 que siempre van directamente a la cuenta bancaria de Samuel para que él decida en el futuro en qué lo quiere invertir, si en el estudio o viajes. Los $3.420 que restan, quedan de utilidad, es decir, van al capital.

BukiBurbujas es un jabón que promueve el lavado de manos en niños y niñas. FOTO<b> </b>Edwin Bustamante
BukiBurbujas es un jabón que promueve el lavado de manos en niños y niñas. FOTO Edwin Bustamante

Sobre la historia detrás de la marca, el nombre se le ocurrió a Samuel al fusionar el de sus dos mascotas: Bu porque tuvo un hámster que le decía Buny; y Ki, por su perrita Kira.

“Con el tiempo me he dado cuenta de que los ingresos no son lo más necesario, en realidad lo que estoy haciendo es ayudando a salvar las vidas a los niños porque una de las principales causas de hospitalización infantil es por las llamadas enfermedades evitables que son producidas por la falta del lavado de manos”, cuenta Samuel, sentado el escritorio de su estudio.

El espíritu de “Samu”

Es un niño atípico en muchos aspectos: le gustan las verduras como el brócoli, la remolacha y la zanahoria, no toma gaseosas y es poco dulcero, pero sí le encanta la miel. Todo el día se desinfecta las manos con antibacterial y se las lava con su propio jabón.

“Siento que Samuel es una bendición en mi vida, me ha enseñado a ser paciente y respetuosa, he aprendido a ser muy argumentativa porque no le podemos salir con una respuesta cualquiera, siempre nos pide explicaciones, muchas cosas que me ha preguntado me ha tocado sentarme a investigar porque no tengo la respuesta”, dice Lorena.

La idea de negocio de Samuel surgió en la cuarentena (2020) porque quería tener ingresos. FOTO Edwin Bustamante
La idea de negocio de Samuel surgió en la cuarentena (2020) porque quería tener ingresos. FOTO Edwin Bustamante

Este empresario nunca ha pisado una escuela física, siempre ha estudiado desde casa (homeschool) porque, desde que estuvo en el jardín, las profesoras le dijeron a Lorena que su hijo necesitaba una educación más avanzada, que no fuera conductista porque aprende muy rápido.

Está en el grado quinto, su profesor de inglés le dice “Mr. Buki” y los fraccionarios los aprendió de manera didáctica: con ayuda de las pizzas. En su colegio virtual no le enseñan por medio de materias o cursos, sino por pensamientos (numérico y lingüístico).

“La desventaja de estudiar por internet es que casi no tengo amigos, pero es excelente para uno tener mucho más tiempo para emprender y jugar Roblox (videojuego) y con mi perrita Kira”, dice.

Por estos días está leyendo Las crónicas de Narnia, El sobrino del Mago y cuenta que ya se vio todas las películas de esta saga en compañía de sus padres.

Un visionario en potencia

El dinero que recibió en el programa (fue grabado hace un par de meses), Samuel lo destinó para mejorar su emprendimiento: lograr el Registro Sanitario de Invima y diseñar sus propias figuras con el logo de la marca, antes trabajaba con moldes genéricos.

Y hay más: mejoró el empaque y cambió el modo de elaboración. Es decir, ya no los hace de forma artesanal en la casa, ahora se producen de manera industrial (en una planta) en una fábrica en el sector de Guayabal de Medellín que tiene todos los certificados de calidad.

En este momento, el producto lo venden en dos tiendas físicas: una miscelánea ubicada en el barrio Aranjuez (Medellín) y en una farmacia de Envigado. También a través de la página web bukiburbujas.com y por la cuenta de Instagram @buki_burbujas.

Pero este no ha sido el único reconocimiento que ha obtenido en su corta carrera: el año pasado ganó el premio a mejor Pitch (audición para buscar capital) en su categoría en la Cumbre Internacional de Emprendimiento Infantil CIE. También ha asistido a ferias, eventos de emprendimiento y a escuelas para motivar a más niños a emprender como él.

Lo que Samuel quiere ser en el futuro lo tiene claro: empresario. Además, entrar a la universidad para estudiar ingeniería industrial para seguir preparándose, seguir cumpliendo sus sueños porque su lema es: emprender es hacer lo que a uno le gusta y que le permite beneficiar a la gente.

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