La aerolínea Avianca, que está en proceso de reorganización, firmó un acuerdo de vuelos compartidos con Easyfly con el que buscará mejorar la conectividad y ampliar su operación regional en el país, informó ayer la compañía.
La alianza permite ofrecer a los viajeros más de 20 destinos regionales en Colombia en conexión con su red interna e internacional.
Entre los destinos, partiendo de Bogotá, están las ciudades de Barrancabermeja, Yopal, Florencia, Mitú, Manizales, Neiva, Popayán, Puerto Asís, San José del Guaviare, Quibdó y Villavicencio.
Desde Arauca se podrá
conectar con Bucaramanga, Bogotá y Cúcuta; y desde Cali con Neiva, Pasto, Tumaco, Quibdó y Villavicencio.
Igualmente, Avianca Express solicitó a la Aeronáutica Civil los permisos de adición de flota jet, aviones de la familia Airbus A320s con capacidad para más de 100 pasajeros.
La compañía también espera iniciar vuelos directos en la ruta Bogotá-Ipiales, ciudad fronteriza con Ecuador, durante el primer trimestre del próximo año, con el fin de ofrecer nuevas oportunidades de conectividad al departamento de Nariño.
Para esta nueva fase la empresa coordina con las autoridades para que algunos de estos aeropuertos tengan la infraestructura, los servicios y el personal necesarios para una operación eficiente y segura con esta clase de aeronaves.
Con ello, Avianca apuesta a duplicar la oferta gracias a la disponibilidad de aviones de más de 100 pasajeros.
El vicepresidente de Operaciones de Red y Aeropuertos de Avianca, Julián Laverde, expresó que la compañía "reafirma su compromiso decidido por seguir fortaleciendo la conectividad en Colombia".
Por su parte, el presidente de Easyfly, Alfonso Ávila, aseguró que la empresa "mantiene su vocación de conectar a las regiones más apartadas de Colombia, llevando a través del transporte aéreo oportunidades de salud, educación y negocios".
Avianca informó el miércoles que espera salir antes de finalizar este año del Capítulo 11 de la ley de bancarrota de Estados Unidos y con un nuevo modelo de negocio como parte de su plan de reorganización.
La compañía se acogió en mayo de 2020 al Capítulo 11 de la ley de bancarrota para salir de una crisis agravada por la pandemia de la covid-19, y en julio pasado obtuvo compromisos financieros por 1.600 millones de dólares para financiar su reorganización.
Por su parte, Easyfly apeló a un proceso de reorganización exprés que fue aprobado en mayo pasado, gracias al aval del 84% de los acreedores de la compañía. En su plan, la compañía contempla pagar toda la deuda (cercana a $269.000 millones) en un lapso de nueve años, empezando en 2022.
Según el líder de la aerolínea regional, Alfonso Ávila, en los meses de junio, julio y agosto la firma llegó a un punto de equilibrio y empezó a dar utilidades, con lo que ahora se centra en fortalecer su operación y alcanzar un ritmo prepandemia el próximo mes
