La tecnología no es sinónimo de mayor seguridad, pues perder una tarjeta con sistema de pago sin contacto implica un riesgo para las finanzas de su dueño, según el vicepresidente de la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria), Jonathan Malagón.
“Si se pierde la tarjeta, un tercero sí podría hacer pagos sin contacto, lo que representa una vulnerabilidad para el cliente. Sin embargo, los pagos sin contacto que no requieren clave son de montos muy bajos, del orden de los 70.000 pesos. Por lo tanto, el riesgo se encuentra acotado”, detalló.
Pese a ello, Malagón rescató que la tecnología NFC (Near Field Communication o comunicación de campo) ha permitido masificar los pagos de bajos montos en Colombia, como los de transporte masivo. “Varias entidades financieras han implementado este sistema en diferentes dispositivos, como las tarjetas débito, manillas, entre otros, que facilitan realizar pagos de forma rápida y sencilla”, apuntó.
Otro punto positivo que ve el vicepresidente de Asobancaria en estos medios de pago, es la velocidad con que se realizan las transacciones, pues aseguró que “elimina las fricciones al momento de la compra”.
En el país varias entidades y franquicias de tarjetas de crédito se han sumado desde hace algunos años a esta tecnología.
Por ejemplo, hasta la fecha, Mastercard ha emitido en Colombia alrededor de 4 millones de tarjetas de crédito con este tipo de tecnología. De hecho, para abril de 2019 todas las nuevas tarjetas emitidas tendrán el sistema Near Field Communication. “A partir de este año se exigirá la actualización de una serie de tarjetas y terminales de pago en toda Latinoamérica, incluyendo a Colombia, para ofrecer experiencias de compras más seguras, rápidas y cómodas”, informó a EL COLOMBIANO la franquicia.
Otro caso es el de Bancolombia, que desde hace cinco años ha lanzado al mercado en promedio más de 3 millones de tarjetas con la tecnología de pago sin contacto además de las manillas y los sticker en los teléfonos celulares.
“Los clientes que cuentan con estos productos no sólo cuentan con la parte financiera, sino que además sirven como un medio cotidiano que les permite acceder, por ejemplo, a los sistemas de transporte masivo de las principales ciudades de Colombia: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Pereira y Bucaramanga”, explicó Juan Gonzalo Tobón, gerente de Transformaciones del Negocio de medios de pago de Bancolombia.