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Pese a la contracción del sector, el precio del dólar y la diversificación
del portafolio en Estados Unidos fueron claves para el crecimiento.
Las ganacias de la cementera Argos para 2018 representaron un incremento de más de 100.000 millones de pesos. Esto al pasar de 77.228 millones, en 2017, a 178.563 para el año anterior. Un buen resultado que se debe, en buena medida, a la diversificación de su portafolio en Estados Unidos, en donde el precio del dólar también resultó beneficioso.
No obstante, la venta de sacos de cemento bajó. Mientras en 2017 se despacharon 16,3 millones de toneladas de cemento, en 2018 fueron 16 millones; es decir, una pequeña caída de 1 %.
La menor ejecución de obras 4G en el país (ver Paréntesis).—donde Cementos Argos es proveedor del 70 % a las unidades funcionales en construcción que han sido adjudicadas—, el bajo dinamismo del sector de construcción y el deterioro de la confianza de inversionistas, implicó que la mayoría de indicadores reportaran contracciones.
En el repunte de la utilidad neta (131,13 %), la tasa de cambio jugó a favor para los resultados en 2018, porque en promedio estuvo en 2.956 pesos y llegó a máximos de 3.289 pesos; mientras que durante 2017 se registró un promedio menor: de 2.951, y un máximo de 3.092 pesos.
“De allí podría venir una mejora significativa en los resultados y esto aliviaría la presión sobre otros indicadores, porque al tener un portafolio diversificado en Estados Unidos, no solo dependen de lo que pasa en Colombia, un mercado con un crecimiento más lento”, aseguró Camilo Silva, socio de Valora Analitik.
Por otro lado, también influyó el incremento de la flexibilidad financiera para la ejecución de proyectos a largo plazo, y “los esfuerzos de toda la organización para avanzar en eficiencia y competitividad, entre los que sobresale la disminución del 6 % en gastos de administración y ventas”, dice el comunicado de la empresa.
En cuanto a otros indicadores, la compañía alcanzó 1,54 billones de pesos en ebitda —flujo de caja disponible antes de impuestos y depreciaciones—, con un crecimiento del 8 % frente a los 1,4 billones de 2017.
La deuda de la cementera disminuyó en más de 470 mil millones de pesos. “Esto nos da mayor flexibilidad financiera para seguir creciendo”, dice el comunicado.
En junio, la sociedad emitió bonos ordinarios por 500 mil millones de pesos con una vida media de 9,5 años. Obtuvo una sobredemanda de 1,8 veces el monto inicial ofrecido.
En cuanto a ventas, la compañía despachó 10,3 millones de metros cúbicos de concreto en 2018, 3 % menos que los 10,6 millones en 2017. En total, la facturación representó ingresos por 8,4 billones de pesos, un 1,4 % menos que en 2017, cuando fueron 8,5 billones de pesos.
“Estamos muy contentos con los resultados alcanzados en 2018 en términos de avances en eficiencia y competitividad, crecimiento del ebitda consolidado, optimización del capital de trabajo e inversiones de capital, que redundan en una disminución sustancial en la deuda, lo que nos da mayor flexibilidad financiera para seguir creciendo”, destacó Juan Esteban Calle, presidente de la cementera.
La junta directiva convocó la asamblea general de accionistas para que el próximo 22 de marzo, en la que se propondrá una distribución de dividendos de 242 pesos por año y por acción ordinaria, pagadero en cuatro cuotas trimestrales a razón de 60,5 pesos a partir de abril. Para las acciones preferenciales se planteó el pago de dividendos por 242 pesos, que se cancelarán en la misma forma que el dividendo ordinario. La idea representa un alza de 14 pesos frente al dividendo decretado en 2018.
En Centroamérica y el Caribe, el total fue de 5,1 millones de toneladas de cemento despachado, con un crecimiento del 1 %, y 412 millones de metros cúbicos de concreto, con una variación negativa 6,9 %.
Esta dinámica, en esa región, representó ingresos por 593 millones de dólares, 2,2 % más que en 2017, cuando fueron 580 millones de dólares y un ebitda de 178 millones de dólares, también superior en 3,4 %.