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Por Daniel Carvalho Mejía - @davalho
“¡Está haciendo mucho calor!” es una frase que por estos días repetimos constantemente, pero no sólo en Medellín. Nos llegan noticias de todo el mundo sobre récords en las temperaturas altas, junto a las quejas de lo invivibles que se han vuelto las ciudades por esta razón. La “buena” noticia es que este será el verano más fresco del resto de nuestras vidas, pues la situación tiende a empeorar. Luego vendrán los inviernos cada vez más fuertes y ya no estaremos quejándonos del calor sino lamentando tragedias o problemas asociados a la lluvia: deslizamientos, inundaciones, ríos desbordados y tacos eternos. Ese es el panorama del futuro en países como el nuestro debido al calentamiento global.
Colombia es responsable de una ínfima parte de las emisiones asociadas al cambio climático, pero es altamente vulnerable ante sus consecuencias, por eso es urgente implementar medidas masivas de mitigación y adaptación, en especial en las zonas urbanas, donde habitamos más del 70% de los colombianos. Una de las acciones con más impacto para enfrentar este fenómeno es el reverdecimiento de las ciudades, así lo han entendido en diferentes países, donde han empezado a priorizar en la vegetación y el arbolado para ofrecer una mejor calidad de vida a sus habitantes.
Imagine, apreciado lector, una calle arborizada, con antejardines sembrados, balcones con plantas y algún muro verde. Ahora imagine una calle árida, desértica, sin un metro cuadrado de sombra. No es difícil presentir el cambio de temperatura entre ambas; según diferentes mediciones, la diferencia puede ser hasta de ocho grados centígrados. ¡Ocho grados! El contraste no se detiene ahí, le pregunto: ¿en cuál de esas dos calles preferiría usted vivir? ¿A dónde se sentaría a tomar un café? ¿A dónde iría de compras? ¿Por cuál de ellas preferiría caminar? ¿Dónde cree usted que podría apreciar la presencia de unas mariposas, unos periquitos o unas ardillas? La respuesta es evidente.
Así también es evidente la necesidad de actuar con urgencia si queremos vivir mejor, salvar vidas y tener ciudades amables y competitivas. Para ello, en octubre radicaremos en el congreso el proyecto de ley “Ciudades Verdes”, que busca fomentar la siembra masiva de árboles y arbustos, el reverdecer de las terrazas, la construcción de jardines verticales y la masificación de infraestructuras verdes en las urbes colombianas.
Luego corresponderá a las administraciones municipales implementar programas de siembra urbana, construir corredores verdes, incentivar las plantaciones en los antejardines y balcones, hacer reverdecer las riberas de ríos y quebradas y remplazar lugares áridos por zonas verdes y arborizadas. Si hay espacio para nuevos edificios tiene que haber espacio para nuevos árboles. La próxima administración municipal de Medellín, en compañía del Concejo, tendrá la importante tarea de actualizar el POT, esta es una oportunidad perfecta para ofrecer a los medellinenses una ciudad más verde, no la podemos perder.
Constantemente escuchamos alertas por la deforestación del Amazonas, es el momento de que empecemos también a preocuparnos por la deforestación de nuestras ciudades y sembrar un futuro mejor.