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Por David Escobar Arango* - david.escobar@comfama.com.co
Querido Gabriel,
Si hace veinte años nos hubieran dicho que Antioquia sería de nuevo una potencia industrial habríamos respondido que estaban locos. En esa época las empresas manufactureras de la otrora “capital industrial” estaban en franca retirada. La mayoría dejaron de ser competitivas en este valle mediterráneo y montañoso. Con el siglo XXI comenzó la era de las empresas de servicios financieros, energía y tecnología. Fábricas y bodegas le dieron paso a centros comerciales y edificios corporativos.
Sin embargo, en la reciente conversación de Estrategia Emergente Antioquia - EEA, liderada por Proantioquia, Eafit y Comfama con la firma consultora Breakthrough fue evidente que estamos comenzando una nueva era industrial. Se trata de una economía quizás menos sexy que la tan mencionada Medellín creativa pero con un valor increíble: la de las empresas orientadas a la exportación de productos para nichos de mercado de alto valor, sobre todo en Norteamérica. EEA evidenció más de 200 empresas de alto crecimiento que exportan cada una por encima de USD 1 millón anual en productos de especialidades y de nicho. ¿Conversamos sobre esta nueva industria? ¿Incluimos a estas empresas en nuestra narrativa de futuro?
El contexto no puede ser más favorable. En un mundo inseguro e incierto, Estados Unidos y sus socios del NAFTA necesitan a sus vecinos latinoamericanos (en inglés se habla de nearshoring) no solo para suministrar los productos básicos de siempre sino para producir algo de lo que han traído de Asia y complementar lo que compran en México, que no puede producirlo todo. “México necesita un México y ese país es Colombia”, dijo Peter Zeihan en su último libro El fin del mundo. ¿Se materializará esta oportunidad gracias a la mentalidad emprendedora antioqueña?
Los protagonistas serán, como en las mejores películas, actores consagrados y nuevas estrellas.
Estarán las empresas tradicionales exportadoras como Sofasa y Haceb o Nacional de Chocolates y Noel del Grupo Nutresa. Hay otros ejemplos que asombran: Arclad exporta USD 100 millones en etiquetas, Agua Bendita más de USD 12 millones en vestidos de baño y Gamma USD 15 millones en porcelana eléctrica. Todo indica que en nuestra región está emergiendo un tejido empresarial diferente al casi gringo de Monterrey o al de Alemania, la locomotora europea. ¿Terminaremos siendo, como el norte de Italia, una región creativa, con productos y marcas muy especializados, llena de empresas pequeñas que trabajan en red?
Nuestros activos para ganar en este escenario son extraordinarios. Tenemos la localización, que mejora con las vías y los puertos de Urabá, la energía disponible y el talento humano. ¿Te imaginas, solo para mencionar dos ejemplos, la capacidad exportadora de Nutresa puesta al servicio de todos a través de su filial Nutrading y la potencia de Bancolombia alineada con este mundo emergente?
Estas empresas son especiales, jalonarán nuestro desarrollo y nos llenarán de orgullo. Tienen salarios más altos (suman mucho menos del 1% de los NIT pero crean casi la cuarta parte de los empleos de alto valor), son bilingües, saben trabajar en red y tienen estándares superiores de sostenibilidad ambiental y social. Hagamos una tertulia sobre futuros posibles, salgamos de la fracasomanía, no hablemos nada de política por una noche y entusiasmemos a nuestros amigos inversionistas, empresarios y emprendedores. No lo olvidemos, nosotros somos de los que crean el futuro, no de los que esperan a que llegue.
*Director de Comfama