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Por Diego Mesa Puyo* - d.mesapuyo@columbia.edu
En épocas de discursos de cambio, puede resultar impopular hablar de la importancia de la continuidad. Sin embargo, la realidad es que la continuidad en las políticas públicas y en los equipos técnicos de entidades gubernamentales, tanto a nivel nacional como departamental y municipal, suele ser mucho más eficiente y productiva que las promesas de cambio, sobre todo si estas últimas no tienen un norte claro, no son lideradas por funcionarios preparados, y no tienen en cuenta la perspectiva del sector privado ni de expertos con idoneidad técnica para trazar lineamientos de política pública.
Las políticas públicas exitosas se caracterizan por resolver problemas que están bien definidos y son ampliamente reconocidos por diferentes actores. Los desafíos pueden ser existenciales y de corto plazo, como diseñar y desplegar un esquema de vacunación masivo ante una pandemia inesperada, o estructurales y de largo plazo como diseñar políticas de mitigación climática sin renunciar a los ingresos del sector extractivo. Definir el problema a resolver, a su vez, requiere que lo líderes de las diferentes carteras tengan la capacidad de entender y estudiar temas complejos, así como la humildad intelectual para rodearse de expertos con mayor experiencia y conocimiento. El diseño de políticas públicas exitosas generalmente parte de análisis basados en evidencia factual y las soluciones propuestas suelen corregir fallas que el mercado no puede resolver por sus propios medios. Adicionalmente, las políticas exitosas no se hacen sobre la marcha, sino que se desarrollan y se debaten al interior de la administración pública, se socializan y se discuten con el sector privado, la academia y el público en general, y finalmente se refinan y se implementan de manera ordenada. Las cabezas de las entidades que lideran los sectores son clave durante todo el proceso, desde la fase de diseño y toma de decisiones, así como durante la fase de implementación y evaluación. Finalmente, para que las políticas públicas sobrevivan a cambios en la administración pública es fundamental que haya continuidad en los equipos técnicos, ya que mucha de la memoria institucional y la experiencia sectorial radica en funcionarios de carrera o asesores que han trabajado en el sector por varios años y con múltiples gobiernos.
En otras palabras, la continuidad en las políticas públicas brinda estabilidad y coherencia a la gestión pública, evitando cambios abruptos que generan confusión en los inversionistas y menoscaban la confianza en las instituciones, al tiempo que les permite a los sectores construir sobre los logros alcanzados por administraciones anteriores, independiente de la orientación política del gobierno de turno, evitando así la pérdida de valiosos recursos públicos. Finalmente, contar con políticas públicas duraderas y previsibles facilita el desarrollo de capacidades en las entidades gubernamentales y fortalece la experiencia de los equipos técnicos, garantizando un conocimiento más profundo de los desafíos y las oportunidades que enfrenta la administración pública. En conclusión, la continuidad en las políticas públicas, a diferencia de los cambios sin rumbo claro, promueve la eficiencia en el sector público, la estabilidad jurídica, la productividad del sector privado y el progreso en general en beneficio de toda la sociedad.
*Miembro Distinguido
Visitante del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia en Nueva York.