Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

La paz es el reverso de la guerra

19 de enero de 2016
bookmark

Estamos a pocos meses de la firma de un acuerdo de paz con las Farc, el cual va a tener un profundo significado en la vida política del país, significado que no ha sido apreciado en su sentido político fundamental por una parte de la sociedad colombiana. En el proceso de construcción de un Estado es definitivo el momento en el que este concentra en sí todos los instrumentos de la violencia. “El Estado –escribe Max Weber– es aquella comunidad humana que en el interior de un determinado territorio reclama para sí el monopolio de la coacción física legítima”.

El efecto inmediato del acuerdo de paz será poner bajo el orden político estatal a la organización militar más poderosa y destructora que ha enfrentado al Estado y a la sociedad colombiana, organización que ha ejercido en partes importantes del territorio, durante largo tiempo, el monopolio de la coacción física. Si el acuerdo se consigue, y se extiende al ELN, daremos un gran paso en el proceso de afianzamiento en el Estado del monopolio de la violencia, la unidad territorial y la soberanía estatal.

Esta estrategia de paz consiste básicamente en que los actores armados deben renunciar a todo poder que provenga de la fuerza, lo cual hace posible la paz en la sociedad. En este sentido, el significado político más importante de los acuerdos de paz es que podrá ser viable establecer un poder común en el Estado que permita superar el problema de la guerra.

¿Por qué esta consecuencia del proceso de paz, tan importante para el presente y el futuro del país, es rechazada por una parte significativa de la sociedad?

El proceso de paz es impugnado por importantes líderes políticos, sectores de la prensa y de la población con razones que debemos discutir. Sostienen que los delitos atroces y crímenes de guerra en Colombia no pueden quedar en la impunidad. Reclaman que las Farc deben responder por sus crímenes de guerra con penas carcelarias. No aceptan la posible participación de los guerrilleros en la política. En suma, consideran que todo el proceso es una farsa que conducirá al país a un gobierno al estilo de Cuba o Venezuela.

Es importante reconocer que a los colombianos nos resulta muy difícil creer en la paz y aceptar que los guerrilleros se conviertan en actores políticos. Han sido muchos años de guerra, secuestros y devastación del campo que las guerrillas y otros actores han producido. Pero se trata de salir de la guerra. ¿Cómo? La vía militar ya produjo sus efectos. Las Farc están buscando un acuerdo aceptando las exigencias propias de la negociación. La paz, dijo Humberto de la Calle, es un imperativo ético, cuya consecución requiere la superación de la criminalización del enemigo. Si el imperativo ético es la paz, y esta es el reverso de la guerra; “la paz será aquel estado deseado en el cual cada hombre vive en el disfrute pacífico de sus derechos”. La guerra es un mal intolerable, que nos obliga a tomar las medidas necesarias para poner fin a su uso, y así asegurar los derechos de todos.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD