Alcantarrillado y Acueducto Etapa III, Amalfi. Sector Zacatín.

El 14 de febrero del año 2025, el sector El Zacatín del municipio de Amalfi, abrió por primera vez el grifo de agua potable. El Alcantarillado y Acueducto Etapa III fue un proyecto que encontró su finalización después numerosas prórrogas, falta de materiales y una ejecución intermitente, pero que con la determinación de la veeduría ciudadana logró mejorar significativamente las condiciones de vida y salud de la comunidad que durante años bebió agua de la quebrada más cercana.

En un sector que se ubica a solo cinco minutos del Parque Principal de Amalfi, una historia de esperanza y resistencia es contada por sus pobladores: tan fuertes como para levantar sus casas por sus propios medios y tan persistentes y resilientes como para impulsar, durante siete años, un proyecto que le apostó a su dignidad.

  • Cuando Sandra Álvarez llegó a El Zacatín en enero del 2012 sus hijas tenían 5 y 7 años de edad. Las calles, aún sin pavimentar, se llenaban de barro con las constantes lluvias y el camino a su hogar se volvía peligroso al estar ubicado sobre una pendiente. A estas condiciones se sumaba una que generaba problemas de salud pública: en el sector no había acueducto para llevar agua potable ni alcantarillado para encargarse de las aguas residuales. En la foto, antes de su pavimentación, el túnel verde que hace parte del sector El Zacatín. Un tramo de la carretera que conecta con Vegachí. En la parte inferior derecha, Sandra Álvarez en 2025.
    Cuando Sandra Álvarez llegó a El Zacatín en enero del 2012 sus hijas tenían 5 y 7 años de edad. Las calles, aún sin pavimentar, se llenaban de barro con las constantes lluvias y el camino a su hogar se volvía peligroso al estar ubicado sobre una pendiente. A estas condiciones se sumaba una que generaba problemas de salud pública: en el sector no había acueducto para llevar agua potable ni alcantarillado para encargarse de las aguas residuales. En la foto, antes de su pavimentación, el túnel verde que hace parte del sector El Zacatín. Un tramo de la carretera que conecta con Vegachí. En la parte inferior derecha, Sandra Álvarez en 2025.
  • En vista de las carencias de la comunidad, Sandra decidió hacer parte de la Junta de Acción Comunal del sector, donde rápidamente y, a tan solo un año de haber llegado a la zona, se convirtió en Presidente. Allí comenzó a impulsar y a solicitar recursos para el mejoramiento de las condiciones del barrio, entre ellas las instalación de un sistema de agua potable y residual. En la foto, las casas de El Zacatín ubicadas sobre una pendiente antes de su pavimentación.
    En vista de las carencias de la comunidad, Sandra decidió hacer parte de la Junta de Acción Comunal del sector, donde rápidamente y, a tan solo un año de haber llegado a la zona, se convirtió en Presidente. Allí comenzó a impulsar y a solicitar recursos para el mejoramiento de las condiciones del barrio, entre ellas las instalación de un sistema de agua potable y residual. En la foto, las casas de El Zacatín ubicadas sobre una pendiente antes de su pavimentación.
  • Así fue como en octubre del 2018 comenzó la construcción del Acueducto y Alcantarillado Etapa III, que buscaba beneficiar a toda la comunidad de El Zacatín. Una obra proyectada para culminarse en un plazo de 10 meses, sin embargo, los contratiempos comenzaron. En la foto, una zanja abierta y dispuesta para la realización del proyecto.
    Así fue como en octubre del 2018 comenzó la construcción del Acueducto y Alcantarillado Etapa III, que buscaba beneficiar a toda la comunidad de El Zacatín. Una obra proyectada para culminarse en un plazo de 10 meses, sin embargo, los contratiempos comenzaron. En la foto, una zanja abierta y dispuesta para la realización del proyecto.
  • La ejecución por parte de la empresa contratista y la interventoría generaba tropiezos, como la falta de recursos y materiales en el lugar de la obra. Sandra, quien desde el inicio estuvo atenta al proceso, comenzó a llamar la atención del municipio y a denunciar la ineficiencia de las empresas encargadas de la construcción. Pese a esto, cuando llegó el año 2020, junto a la pandemia por el Covid-19, la obra se detuvo por completo. En la foto, el proceso de construcción detenido que afectaba la seguridad de los habitantes.
    La ejecución por parte de la empresa contratista y la interventoría generaba tropiezos, como la falta de recursos y materiales en el lugar de la obra. Sandra, quien desde el inicio estuvo atenta al proceso, comenzó a llamar la atención del municipio y a denunciar la ineficiencia de las empresas encargadas de la construcción. Pese a esto, cuando llegó el año 2020, junto a la pandemia por el Covid-19, la obra se detuvo por completo. En la foto, el proceso de construcción detenido que afectaba la seguridad de los habitantes.
  • La obra se retomó en el 2021, pero el proceso siguió tan lento como venía antes. Sandra recuerda que hubo dos periodos de total inactividad: la pandemia, por la contingencia, y a finales del mismo 2021 por falta de una pieza elemental, necesaria para el funcionamiento. “Cada vez que retomaban la construcción, las tuberías instaladas ya estaban oxidadas, o nosotros mismos habíamos tapado las zanjas porque eran un peligro para la comunidad”. En la foto, una zanja abierta en medio de las casas para la construcción del acueducto.
    La obra se retomó en el 2021, pero el proceso siguió tan lento como venía antes. Sandra recuerda que hubo dos periodos de total inactividad: la pandemia, por la contingencia, y a finales del mismo 2021 por falta de una pieza elemental, necesaria para el funcionamiento. “Cada vez que retomaban la construcción, las tuberías instaladas ya estaban oxidadas, o nosotros mismos habíamos tapado las zanjas porque eran un peligro para la comunidad”. En la foto, una zanja abierta en medio de las casas para la construcción del acueducto.
  • Los afectados en El Zacatín eran niños, jóvenes y adultos mayores, como Jesús Elías Loaiza, el hombre más longevo de Antioquia, y su esposa Hermelina Monsalve. “Teníamos comunidad vulnerable y era muy difícil porque en temporadas de poca lluvia debíamos esperar a los bomberos. Entre 8 y 15 días nos tenía que durar esa agua. Por otro lado, teníamos problemas de ratas y mosquitos por las aguas residuales que sacábamos en tubos inadecuados, eso estaba generando un problema de salud pública”. En la foto, Jesús Elías Loaiza y su esposa Hermelina Monsalve en su hogar en El Zacatín, 2021.
    Los afectados en El Zacatín eran niños, jóvenes y adultos mayores, como Jesús Elías Loaiza, el hombre más longevo de Antioquia, y su esposa Hermelina Monsalve. “Teníamos comunidad vulnerable y era muy difícil porque en temporadas de poca lluvia debíamos esperar a los bomberos. Entre 8 y 15 días nos tenía que durar esa agua. Por otro lado, teníamos problemas de ratas y mosquitos por las aguas residuales que sacábamos en tubos inadecuados, eso estaba generando un problema de salud pública”. En la foto, Jesús Elías Loaiza y su esposa Hermelina Monsalve en su hogar en El Zacatín, 2021.
  • Durante los siete años que tomó la construcción, Sandra persistió como veedora ciudadana. Acudió a la Administración Municipal, a la Personería, interpuso PQRS a la interventoría y asistió a reuniones con diferentes actores. Fue hasta el año 2023 que, gracias a la insistencia de Sandra, la Contraloría General de la República hizo presencia en el territorio y llamó la atención de todas las entidades implicadas. Una vez investigada la obra, la CGR advirtió la posibilidad de una multa para el municipio si no se realizaban acciones concretas en pro de la culminación del proyecto. En la foto, Sandra Álvarez en el Parque Principal de Amalfi.
    Durante los siete años que tomó la construcción, Sandra persistió como veedora ciudadana. Acudió a la Administración Municipal, a la Personería, interpuso PQRS a la interventoría y asistió a reuniones con diferentes actores. Fue hasta el año 2023 que, gracias a la insistencia de Sandra, la Contraloría General de la República hizo presencia en el territorio y llamó la atención de todas las entidades implicadas. Una vez investigada la obra, la CGR advirtió la posibilidad de una multa para el municipio si no se realizaban acciones concretas en pro de la culminación del proyecto. En la foto, Sandra Álvarez en el Parque Principal de Amalfi.
  • Finalmente, la obra se entregó en febrero del 2025 y las vías, que antes eran pantano, fueron pavimentadas por la JAC del sector, justo como lo habían planeado para el día en que se entregara el acueducto. El proyecto terminó con una inversión de más de $5.000 millones y beneficia a 360 habitantes con el acceso a servicios básicos. En la foto, la planta de bombeo de El Zacatín, que eleva el agua para alcanzar el sector.
    Finalmente, la obra se entregó en febrero del 2025 y las vías, que antes eran pantano, fueron pavimentadas por la JAC del sector, justo como lo habían planeado para el día en que se entregara el acueducto. El proyecto terminó con una inversión de más de $5.000 millones y beneficia a 360 habitantes con el acceso a servicios básicos. En la foto, la planta de bombeo de El Zacatín, que eleva el agua para alcanzar el sector.
  • La alegría de tener agua de grifo se mezcló con la nostalgia y la tristeza que causó el fallecimiento de Jesús Elías Loaiza a sus 118 años, quien había sido habitante del sector desde su fundación. Loaiza partió en febrero de 2024 tras la muerte de su esposa Hermelina, a un año de la inauguración del proyecto. Su hijo, Jesús Antonio Loaiza, recuerda la promesa del gobernador Anibal Gaviria hacia su padre cuando visitó la obra: “Don Jesús, la obra que se haga aquí, en las colinas de El Zacatín va a tener su nombre”, recuerda Loaiza. En la foto, Jesús Antonio Loaiza hijo, en el tanque elevado de El Zacatín, donde se distribuye el agua en el sector. A la derecha, el cartel que hace honor a su padre.
    La alegría de tener agua de grifo se mezcló con la nostalgia y la tristeza que causó el fallecimiento de Jesús Elías Loaiza a sus 118 años, quien había sido habitante del sector desde su fundación. Loaiza partió en febrero de 2024 tras la muerte de su esposa Hermelina, a un año de la inauguración del proyecto. Su hijo, Jesús Antonio Loaiza, recuerda la promesa del gobernador Anibal Gaviria hacia su padre cuando visitó la obra: “Don Jesús, la obra que se haga aquí, en las colinas de El Zacatín va a tener su nombre”, recuerda Loaiza. En la foto, Jesús Antonio Loaiza hijo, en el tanque elevado de El Zacatín, donde se distribuye el agua en el sector. A la derecha, el cartel que hace honor a su padre.
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