Las placas de los dientes contienen pistas sorprendentes sobre la evolución de los primeros homínidos y la salud humana. De esta forma, el microbioma oral, que está formado por billones de células microbianas que pertenecen a miles de especies bacterianas, ha evolucionado conjuntamente con nosotros a lo largo de millones de años. Sin embargo, todavía se sabe muy poco sobre él.
Un grupo de científicos, de más de 40 instituciones de 13 países, ha estudiado la placa dental fosilizada de humanos y neandertales para conocer la historia evolutiva del microbioma oral de los homínidos en los últimos cien mil años. Asimismo, ha comparado estos restos con el de chimpancés, gorilas y monos aulladores. Los resultados se publican en la revista Pnas.
¿Qué dice?
“El estudio del microbioma a través de la metagenómica es una tarea fundamental para comprender la evolución de nuestra especie y el funcionamiento de nuestro cuerpo”, dice a Sinc James Fellows Yates, investigador del Instituto Max Planck de Historia de la Ciencia en Alemania, que lidera este trabajo en el que también participan varios centros de investigación españoles.
Según los autores, este trabajo pone de relieve el valor de la investigación de los antiguos metagenomas orales para revelar conocimientos clave sobre los principales acontecimientos de la evolución humana moderna y la prehistoria.
“Un metagenoma corresponde al contenido genético total de una muestra. No solo el ADN del huésped, sino también de todos los microbios que viven en el cuerpo: el microbioma humano. Este se considera tan importante para la salud humana como un órgano vital como el corazón o los pulmones, ya que mantener un conjunto de microbios sano significa que mantenemos nuestro propio cuerpo”, subraya el científico.
¿Cómo lo hicieron?
En total, analizaron 124 restos fósiles que revelaron 10 géneros bacterianos que se han mantenido a lo largo de la evolución de los homínidos africanos y que también comparten con los monos aulladores. Este hecho sugiere que estos grupos microbianos podrían haber desempeñado un papel clave en las placas dentales durante más de 40 millones de años.
Asimismo, los autores descubrieron importantes diferencias en las bacterias del Homo y los chimpancés, pero sorprendentes similitudes entre las de los neandertales y los humanos modernos. De hecho, las bacterias orales de los humanos modernos y los neandertales son casi indistinguibles.
“Que estas bacterias en nuestras bocas y las suyas sean tan similares apoyan la evidencia que demuestra que hemos tenido una relación muy larga y estrecha con ellos”, añade Fellows Yates.
Lo más llamativo de este hallazgo es que han descubrieron un grupo de bacterias, presentes tanto en los humanos modernos como en los neandertales, que están especialmente adaptadas para consumir almidón (ver Paréntesis)