Una particular silla en uno de los vagones del metro de Ciudad de México, que reproducía un torso masculino desnudo con un pene de plástico incluido, despertó el rechazo de algunos pasajeros, especialmente los hombres, que se levantaban rápidamente al notar una “incomodidad” que producía.
La intención del provocador objeto, instalado a principios de año en el marco de una campaña de ONU Mujeres que ahora se divulga en video por internet, era concienciar a la población masculina del acoso que cada día sufren miles de mujeres y niñas en el transporte público de la capital mexicana.
“Es molesto viajar aquí pero no se compara con la violencia sexual que sufren las mujeres en sus traslados cotidianos”, decía un letrero frente al asiento.
El objetivo era mostrar “la ‘normalización’ de la agresión sexual al llevar a los hombres a experimentar esta misma cotidianidad en sus trayectos diarios”, explica un comunicado de ONU Mujeres sobre esta campaña, que se encuentra en su primera fase.
En otro experimento que quedó captado en video, se ve el trasero de varios hombres y las imágenes eran mostradas en unas pantallas en el andén.
La reacción: risas nerviosas entre los pasajeros, sorpresa y el intento por alejarse de ahí lo más rápido posible.