Los viajes largos en automóvil suelen ser fatigosos y los funestos microsueños pueden hacer su aparición. ¿Cómo mantenerse despierto? ¿Café? ¿Música alta? ¿O siestas en las paradas? Estos son los mejores consejos para evitar la fatiga al volante.
Un gran porcentaje de los accidentes ocurren por la fatiga del conductor. Esté atento a las señales.
Los viajes largos en automóvil suelen ser fatigosos y los funestos microsueños pueden hacer su aparición. ¿Cómo mantenerse despierto? ¿Café? ¿Música alta? ¿O siestas en las paradas? Estos son los mejores consejos para evitar la fatiga al volante.
Todo el mundo lo sabe, pero hay muchos que lo subestiman: según un estudio de la Dirección General de Tráfico de España, la somnolencia es un factor implicado hasta en el 30 % de los accidentes de tránsito en ese país. Otros estudios dicen que tras 17 horas sin dormir, se conduce como si se tuviera 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre. La falta de sueño y sobre todo el cansancio aumentan el riesgo de accidente.
El cansancio puede dar lugar a una de las peores consecuencias de la fatiga al volante: los microsueños. El conductor se duerme solo unos segundos, pero a 100 km/h, cada segundo que cierre los ojos serán 28 metros conducidos a ciegas.
Según el neurólogo Alfredo Gómez, “el microsueño es un caso de parpadeo prolongado que se produce de manera involuntaria. En estos lapsos se deriva una pérdida del estado de conciencia y alerta porque los ojos se cierran y el sujeto manifiesta una incapacidad de permanecer atento y por ende, pierde sentido y noción de la realidad y de su entorno. Esta situación es fruto de actividades generalmente monótonas, como una reunión, un largo discurso, ver televisión o cine y, claro, conducir por vías muy rectas o planas en las que se requiere poca maniobrabilidad por tiempos prolongados”.
“Los microsueños se pueden detectar. Las primeras señales de advertencia de la fatiga repentina son los bostezos y pestañeos frecuentes, la picadura en los ojos y la pesadez de los párpados. Si se presentan estos síntomas, pronto comenzaremos a cabecear mientras manejamos”, asegura Gómez. Y ahí ya hay que tomar medidas.
Dormir lo suficiente: Lo único que garantiza combatir la fatiga y el sueño al volante es dormir, mucho y bien. Lo más importante es enfrentarse a los viajes largos en automóvil con el cuerpo y la mente bien descansados. Así que lo más aconsejable es no arrancar si se acaba de pasar mucho estrés o después de una noche con pocas horas de sueño.
Siestas para recargar: “Los beneficios de dormir son innegables. En los viajes más largos es aconsejable tener un descanso al menos cada 4 horas. Puede ser una pequeña siesta de entre 20 y 30 minutos para evitar que el cuerpo caiga en un sueño profundo”. Es la recomendación que hace el neurólogo.
Evitar las horas en las que más sueño se produce: lo más aconsejable es adaptar la programación del viaje para evitar las horas críticas biológicas del cuerpo (entre las dos y las cinco de la mañana y entre la una y las tres de la tarde). Puede que iniciar un viaje largo de madrugada tenga sentido para evitar las congestiones, pero no para escaparse de los microsueños.
Pausas periódicas obligatorias: una de las recomendaciones más frecuentes al conducir es realizar pausas para combatir el cansancio, durante las que es aconsejable relajarse y moverse. Hay que bajarse del carro, dar un breve paseo al aire fresco y estirar las piernas. El ejercicio ligero aumenta el oxígeno en sangre y mejora la capacidad de concentración.
Comer: la alimentación adecuada también influye en la condición al volante. No conducir ni con hambre ni con el estómago lleno: ambas situaciones perjudican el rendimiento del conductor. Según los especialistas, hay que sustituir las comidas abundantes por almuerzos ligeros y ojalá con muchas verduras. Si tomamos pequeños aperitivos durante el viaje recargaremos energía y nos mantendremos alertas.
Beber: deberíamos contar siempre con suficientes bebidas a bordo, y no solo para los trayectos largos. Beber sobre todo mucha agua o jugos y refrescos sin azúcar siempre que se pueda.
Entretenimiento: la música favorita en la radio puede mantener la agudeza mental durante una actividad monótona como un viaje largo por autopista. Aunque es aún mejor tener a un buen conversador de copiloto, alguien que entretenga y pueda darse cuenta si se está cansado. Si se da el caso, el acompañante puede ponerse al volante y conducir el vehículo tranquilamente hasta el destino.
Medicamentos: hay que tener cuidado con algunas medicinas. Entre sus efectos secundarios podrían encontrarse el cansancio y la reducción de la atención, lo que lleva a los microsueños. Y no se refiere solo a pastillas para dormir, sino también de psicotrópicos, analgésicos o antihistamínicos. “Si no estamos seguros de cuáles son los efectos secundarios de un medicamento, lo mejor es ponerse en contacto con un médico o un farmaceuta para no manejar con sueño. También, si sufrimos fatiga crónica o trastornos del sueño”, indica el doctor Gómez.
Los sistemas de asistencia a la conducción también pueden ayudar a luchar contra el cansancio repentino. Las distracciones o las salidas del carril son síntomas de fatiga habituales. Hay varios sistemas de asistencia en los automóviles modernos que advierten ante tales situaciones. El asistente de giro y cambio de carril y la protección contra colisiones laterales en los carros que posen esta tecnología, emiten un alarma cuando se realizan movimientos antinaturales con el volante o si existe el peligro de golpear algo con el costado del vehículo. Si esto ocurre porque se está cansado al volante, debería parar a descansar un rato.
Los asistentes digitales ayudan en este sentido. Incluso hay ya algunos autos a los que se les puede “hablar” a través del sistema de información y entretenimiento. Si dice «hola, estoy cansado», el computador activa el programa de revigorización, que ayuda a combatir el cansancio ajustando la temperatura, los efectos de iluminación y la música. De hecho, tras unas cuantas horas de conducción sin parar, este sistema puede sugerir hacer una pausa. Si necesita dormir, el sistema de navegación por GPS puede incluso indicarnos la ruta hacia el hotel más cercano.
Un principio general es que la seguridad es lo primero. Si aun siguiendo estas técnicas de conducción sigue sintiéndose cansado, lo mejor es detenerse, interrumpir el viaje y retomarlo tras dormir a pierna suelta. El mejor método para contrarrestar el cansancio siempre será la cama.