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En Colombia se toma tinto. O mejor, un café bien caliente y muy negro, que resalta por su aroma y que amerita beberse acompañado. Pero, en una ciudad innovadora, como le llaman a Medellín, hasta el café evoluciona y acoge tendencias de otras latitudes, como el café frío, una costumbre que llega desde Estados Unidos.
Uno de ellos es el Cold Brew, que significa extracción en frío, un proceso que crea un tipo de concentrado de café que se hace por medio de una infusión lenta con agua helada. Pedro Echavarría, propietario de Pergamino Café, cuenta que, en un principio, para ofrecer café frío, lo que hacían era servir el café caliente y dejarlo enfriar con el ambiente o a la fuerza con hielo, sin embargo, en este proceso, el producto suele tornarse amargo y perder, en gran medida, sus sabores y compuestos aromáticos.
Así que con este método del Cold Brew, descubrieron nuevas formas para servir la bebida especialmente fría manteniéndola en perfectas condiciones. El secreto está en que mientras más fría esté el agua, más tiempo se necesita para hacer la extracción, haciendo posible que la mayoría de los compuestos que dan el sabor, los aromas y las notas del café se conserven mucho mejor.
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El Cold Brew, por ser un concentrado que resalta el origen del café y mantiene sus atributos por más tiempo, es perfecto para diluir en agua, soda o leche, creando una bebida más dulce e intensa. La idea es crear experiencias diferentes alrededor del café, y entre ellas, Pedro recomienda estas cuatro formas de tomarlo.
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