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Doctora paisa busca devolver el oído a víctimas de minas
Investigadores de Harvard avanzan con cirugías endoscópicas en las que implantan tímpanos 3d, que inicialmente han sido ensayados en chinchillas.
17 de enero de 2021
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Una colombiana trabaja desde los laboratorios de Harvard con el objetivo de devolverle el oído a quienes lo han perdido como víctimas de minas antipersonal. Se trata de Melissa Castillo, una joven médica paisa, egresada de la UPB y Otorrina de la Pontificia Universidad Católica Argentina, tras hacer su residencia en el Hospital Británico de Buenos Aires. Ahora cursa su Post-doc fellow en Harvard, junto al doctor Aaron Remenschneider, uno de los otorrinos más reputados del mundo. Castillo habló con EL COLOMBIANO sobre el trabajo científico que realiza.
¿Cómo pretenden devolverle el oído a quienes lo han perdido por explosiones de minas antipersonal?
“El doctor Remenschneider se ha encargado del estudio auditivo y de la alteración del equilibrio en los pacientes que fueron víctimas en el atentado de la maratón de Boston en 2013, entonces ahí residió mi interés de venir a conocer su trabajo. Es así como en junio de 2019 fui aceptada en la Universidad de Harvard para formarme a su lado.
En Argentina había conocido a pacientes que fueron combatientes en la Guerra de las Malvinas o que habían estado expuestos a explosiones, como es el caso del atentado de Amia, y venían con esos zumbidos y alteraciones aún mucho tiempo después. Entonces pensé que si iba a tener este espacio de formación en los EE. UU., con este referente de la ciencia, tenía que ver en qué podía ayudar a mi país”.
¿Y cuál es el trabajo que hacen juntos?
“A partir de la investigación sobre Maratón de Boston, mi jefe ve que hay perforaciones timpantes, es decir, discontinuidades en la membrana timpánica de los pacientes y que se necesitaban reparaciones. Idealmente estas se hacen en quirófano, en cirugías de varias horas, pero él innovó en un método más fácil que es la cirugía endoscópica, que se puede hacer en consultorio y no requiere anestesia general. Genera unos tímpanos en tercera dimensión, que se prueban en chinchillas, que son roedores que están en el sur de nuestro país, en Ecuador, Perú y Bolivia. Las chichillas tienen un conducto auditivo muy parecido al del humano y que es de fácil acceso, hacemos la parte del estudio audiológico antes de ponerles el tímpano y después para ver si cierran las perforaciones y si mejora la audición”.
¿Y cómo es la experimentación con esos animales?
“Después de que las chinchillas se sacrifican, pasan por un estudio de hueso temporal y ahí se cortan y en la histología se ve si pegó el tímpano o no pegó. Estoy estudiando como la histología del oído puede revelarnos no solamente enfermedades sino si los procedimientos salieron bien. En nuestro país nadie se dedica a la hitopatología”.
¿Qué posibilidades reales hay de traer esta innovación a Colombia?
“Esto todavía está pasando por la FDA, por toda la parte de permisos aquí en EE.UU. Ya hemos visto que tenemos muy buenos resultados en las chinchillas y vemos que puede implementarse idealmente en víctimas de minas antipersonal, pero también en pacientes ancianos que no quieran ir a quirófano con anestesia general, niños u personas con condiciones especiales. Con este sistema de membranas timpánicas por endoscopia ahorraríamos mucho tiempo quirúrgico y eventualmente también ayudaría a que tuviéramos resultados más fáciles de revisar”.
¿Cómo va el proceso con víctimas en Colombia?
“Después de indagar sobre lo qué se había hecho en Colombia con víctimas de minas solo encontramos estudios sobre a psicológico y de trauma, pero no de otorrino. Con la asesoría de Álvaro Jiménez de la Campaña Colombiana Contra Minas, accedimos a la base de datos de Presidencia, con 19.000 víctimas, pero al revisarla vimos que solo 328 víctimas aparecían con afectaciones auditivas y sus historias clínicas estaban incompletas. Con el equipo de la Campaña acoplamos a Colombia el formulario que utiliza mi jefe en Boston y los enviamos a las zonas donde hay minas y empezamos a develar lo que pasaba. Estamos encontrando pacientes que tienen zumbidos que son incapacitantes, que no los dejan dormir, que no los dejan trabajar y esto solamente en 54 pacientes que hemos logrado identificar.
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