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¿Por qué las feministas dicen que NO es normal que la menstruación duela?
En marchas y plantones de mujeres (como las que se realizaron este 8 de marzo (8M), Día Internacional de las Mujeres), es usual leer pancartas que alertan sobre la normalización del dolor menstrual. Le contamos por qué.
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Si el dolor es demasiado severo y le impide el desarrollo de sus actividades cotidianas, deberá consultar con un médico profesional. FOTO EDWIN BUSTAMANTE.
14 de marzo de 2022
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“La normalización del cólico menstrual es propio del sistema patriarcal”, se lee en una pancarta expuesta por la Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad el pasado 8M.
Su afirmación se explica en la medida en que la ciencia y la medicina, enmarcadas en una sociedad androcéntrica (que tiene al hombre como centro de la historia), ha desarrollado muchas de sus investigaciones bajo un sesgo sexual y de género.
Basta con revisar la base de datos especializada PubMed, para darse cuenta de que los estudios exclusivos de la fisiología femenina son muy pocos. Así lo señalan las médicas Raquel Sánchez Varo y María Victoria Ortega Jiménez en el texto “¿Por qué pensábamos que el dolor menstrual era normal?”, publicado en el medio The Conversation.
“Durante mucho tiempo se había creído que los datos científicos obtenidos al estudiar individuos macho podían ser extrapolados a las hembras, pero hoy la comunidad científica ha empezado a admitir esto como un error”, comentan.
La normalización del dolor menstrual ha retardado el diagnóstico de enfermedades como la endometriosis (crecimiento anormal del endometrio fuera del útero) e incluso el cáncer.
Para entender lo que ocurre
El ciclo menstrual dura aproximadamente 28 días y tiene varias fases. Casi cada mes uno de los ovarios libera un óvulo (que puede ser fecundado por un espermatozoide para dar paso a un embarazo) y comienza el engrosamiento del endometrio (que recubre el útero) para acoger a un futuro bebé.
Sin embargo, si no se da la fecundación el endometrio se descama (originando la menstruación), rompiendo los vasos sanguíneos que lo nutren y provocando un sangrado regular.
Todo este proceso, explica María Isabel Sepúlveda, ginecóloga y obstetra de la Universidad de Antioquia, implica cambios en los niveles hormonales (que acarrean síntomas físicos y emocionales). “Durante la menstruación se producen también unas sustancias llamadas prostaglandinas que son inflamatorias”, señala, de ahí la hinchazón y el malestar normal en la zona de la pelvis.
¿Hasta qué punto está bien?
Si desde la primera menstruación ha tenido cólicos leves, que no se asocian a ningún otro síntoma (náuseas, mareos, escalofríos, etc), puede considerarse una consecuencia propia y natural de los cambios hormonales. Ahora bien, si este dolor afecta su calidad de vida y el desarrollo de actividades, deberá consultar al médico.
“No significa que no se pueda sentir un poco de dolor (de baja intensidad y ocasional) en los días de sangrado, pero si este es incapacitante o limitante, no es para nada normal, pueden haber detrás patologías importantes como la endometriosis”, complementa Alejandra Muriel García, médica ginecoobstetra de la Universidad de Antioquia.
La molestia, continúa la especialista, puede estar localizada en la parte baja del abdomen, en la espalda y en los muslos, y empezar, aproximadamente, tres días antes de menstruar y disminuir de intensidad conforme avanzan los días.
Todos estos datos están basados en generalidades, precisan ambas profesionales, pues cada mujer experimenta su ciclo de manera particular. No obstante, reitera Sepúlveda, “si el dolor es demasiado severo, se asocia también con molestias al momento de tener relaciones sexuales y a variaciones en el funcionamiento del intestino (estreñimiento o diarrea), hay que consultar con un médico para adelantar estudios”.
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