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Consumir gaseosas se asocia a la mortalidad, pero no al cáncer: estudio
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FOTO SSTOCK
04 de septiembre de 2019
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Una situación que preocupa en la última década es que consumo frecuente de gaseosas azucaradas aumenta la ingesta de energía, lo que puede conducir al aumento de peso y la obesidad. Asimismo los investigadores han querido saber si ¿el consumo regular de refrescos está asociado con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas y por causas específicas?
En marzo de este año se publicó un análisis conjunto del Estudio de seguimiento de profesionales de la salud (HPFS) y el Estudio de salud de las enfermeras (NHS) el que determinó que un mayor nivel de consumo de bebidas endulzadas con azúcar y endulzadas artificialmente se asoció con una mayor mortalidad por todas las causas en los Estados Unidos. De manera similar, el Estudio de Observacional de Women’s Health Initiative también informó una asociación positiva entre el consumo de bebidas endulzadas artificialmente y la mortalidad por todas las causas entre las mujeres de los Estados Unidos.
Ahora un estudio a gran escala europeo encontró no solo las gaseosas azucaradas, sino también las que tienen endulzantes artificiales se asocian con un mayor riesgo de muerte general en un estudio basado en la población de casi 452.000 hombres y mujeres de 10 países europeos. La investigación original se publicó este martes en la revista científica JAMA de medicina interna.
Beber dos o más vasos por día (en comparación con menos de un vaso por mes) de gaseosas totales, azucaradas y endulzadas artificialmente se asoció con un mayor riesgo de muerte por todas las causas durante un seguimiento promedio de 16 años en los que ocurrieron 41.693 muertes. El grupo de estudio incluyó participantes de Dinamarca. Francia, Alemania, Grecia, Italia, los Países Bajos, Noruega, España, Suecia y el Reino Unido.
Los investigadores que declararon financiaciación de diferentes instituciones: Comisión Europea, Centros de investigación sobre cáncer en el Reino Unido, Ministerios de Educación de Alemania y de Salud en Holanda, entre otros, recolectaron datos sobre el consumo de refrescos en cuestionarios de alimentos o en entrevistas al inicio del estudio entre 1992 y 2000.
También entre los hallazgos reportan haber encontraba un mayor riesgo de muerte por enfermedades circulatorias asociadas con el consumo de dos o más vasos por día de bebidas gaseosas totales y endulzadas artificiales como el aspartame, y un mayor riesgo de muerte por enfermedades digestivas asociadas con el consumo de uno o más vasos por día del total y refrescos azucarados. No se observó asociación entre el consumo de refrescos y la muerte general por cáncer.
Las limitaciones del estudio incluyen su diseño observacional, que hace que las inferencias causales sean imposibles, y solo hubo una evaluación única del consumo de refrescos. Los autores del estudio sugieren que los hallazgos respaldan las iniciativas de salud pública para limitar el consumo de refrescos (lo que podría ser un sesgo a tener en cuenta).
Estas investigaciones con muestras europeas y norteamericanas ya alertan al mundo, aunque es cierto que faltan estudios con muestras latinoamericanas.
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