A punta de venta de huevos levantaron la iglesia de Boston hace un siglo

El espíritu colaborativo de los vecinos hace un siglo permitió la proyección de lo que en la actualidad es este templo donde hay grandes óleos de origen europeo.

La iglesia del Sufragio del barrio Boston de Medellín fue construida entre los años 1908 y 1920, y fue elevada a parroquia en 1922. FOTO Camilo Suárez
Construcción de la iglesia Nuestra Señora del Sufragio del barrio Boston. FOTO Cortesía
La primera misa en esta iglesia se celebró en 1917. FOTO Camilo Suárez
Este es el mausoleo en el que reposan las cenizas de los párrocos y salesianos. FOTO Camilo Suárez
En esta iglesia hay objetos importantes con más de 70 años de historia. FOTO Camilo Suárez

Mientras la mayoría de las parroquias por lo general se levantan vendiendo empanadas y haciendo bazares, la iglesia Nuestra Señora del Sufragio del barrio Boston de Medellín la construyeron hace más de 100 años con lo que en la época se conocía como el “huevo de las ánimas”.

Esta actividad la hizo la comunidad que vivía en este prestigioso sector, que inicialmente se llamó Plaza de Sucre: consistía en la venta de canastas de huevos, de puerta en puerta. Era una novedosa manera de recoger la limosna. Aunque eso no fue lo único que hicieron para recolectar fondos, también abrieron una floristería y un almacén donde vendían “cachivaches” y al que llamaron “El Centro”, cuenta Germán Montoya, coordinador de memoria histórica del Colegio El Sufragio.

Construcción de la iglesia Nuestra Señora del Sufragio del barrio Boston. FOTO Cortesía

En 1908, monseñor Manuel José Caicedo, arzobispo de la ciudad, aprobó el permiso para construir la capilla, debido a que solo existían tres: la de San José, La Candelaria y La Veracruz. El 25 de marzo de 1909 se bendijo la primera piedra y se tomó la resolución de que la capilla sería dedicada a la advocación mariana de Nuestra Señora del Sufragio.

El terreno lo donó Juan Bautista lsaza, la obra la dirigió el padre Manuel Atehortúa y los autores de los planos fueron los ingenieros Enrique Olarte, Horacio Rodríguez y Heliodoro Ochoa.

La construcción tardó diez años: el 16 de julio de 1919, el padre Atehortúa entregó a la comunidad las llaves y el poder de la capilla, y se trasladó solemnemente la imagen de Nuestra Señora del Sufragio de la casa de Fernando Escobar hasta el templo, en un carro tirado por cuatro bueyes.

Un siglo de historia

Hoy la iglesia está intacta y tiene muchas historias detrás. Solo ha tenido una reforma estructural, en 1947, cuando remodelaron los muros y adecuaron los 48 vitrales de las ventanas, se construyó la sacristía e instalaron los 13 óleos traídos desde Europa y que en la actualidad se conservan en el techo y las paredes internas (adelante y atrás): hay imágenes con un alto valor simbólico como La Anunciación, el nacimiento del Señor, Las Tentaciones, la curación de Cristo al hombre paralítico, entre otras.

La primera misa en esta iglesia se celebró en 1917. FOTO Camilo Suárez

La parroquia la sostienen 12 gigantescas columnas, pintadas de blanco y verde, que en su momento fueron donadas por igual número de familias. Hay aproximadamente 120 bancas de madera, lo que significa que en la iglesia caben entre 500 y 600 personas.

En el costado izquierdo está ubicado un mausoleo en el que reposan las cenizas de un grupo de párrocos y salesianos que han pasado por este templo. Están, por ejemplo, las del padre Marceliano de Jesús Báez, el primer párroco de esta iglesia, en 1922, y quien murió el 27 de abril de 1934, a los 74 años.

Este es el mausoleo en el que reposan las cenizas de los párrocos y salesianos. FOTO Camilo Suárez

“Esta fue la iglesia base de la zona, era la primera que había desde aquí en Boston hasta Santa Elena, todo era monte, todo era evangelizado por ellos, de ahí radica su importancia. También fue la primera que tuvo un colegio en este sector, donde estudió gente muy importante, por la cercanía con el prestigioso barrio Prado”, dice Montoya.

El colegio fue fundado en 1938 por el padre Roberto Pardo. En sus inicios estudiaban los jóvenes con vocación sacerdotal para el seminario del municipio de Mosquera, Cundinamarca; fue una especie de seminario menor.

“De esta manera, podemos darnos cuenta de la estrecha relación que tienen la parroquia, el Oratorio y el Colegio Salesiano El Sufragio, desde sus inicios”, agrega Germán.

Felipe Zapata, actual sacristán de la iglesia y quien es agresado del Colegio El Sufragio, abre un armario gigante y de madera que está ubicado en la parte trasera de la parroquia: allí se guardan los ornamentos.

Entonces saca varios objetos que se conservan desde hace más de 70 años como unos guitarrones (capas) que se ponen los sacerdotes, estolas y dalmáticas para los diáconos; y una custodia empolvada (pieza en metal) con la que se practica la devoción al cuerpo de Cristo (esta puede tener alrededor de 80 años).

En esta iglesia hay objetos importantes con más de 70 años de historia. FOTO Camilo Suárez

También hay un copón antiguo y una ponchera de metal que se utiliza el Jueves Santo para el lavatorio de los pies. En este salón cuelgan las fotos de los distintos sacerdotes que han pasado por este templo.

La iglesia Nuestra Señora del Sufragio atiende 6.000 feligreses cada semana, creyentes que ayudan a seguir escribiendo la historia de este templo de Medellín.