El próximo jueves se abrirá la ventana para que una pequeña sonda emprenda un viaje de 7 años nunca antes intentado: llegar a un asteroide, Bennu, recoger muestras y traerlas.
La misión Osiris-Rex de la Nasa podría comenzar el 8 a las 6:05 de la tarde, pero si no puede tendrá 34 días de ventana para emprender la primera misión de su tipo, el comienzo de la minería espacial y en ese sentido se anticipará por pocos años a Deep Space Industries que prepara el robot Prospector 1.
Aunque recogerá material del cual está conformado el asteroide, la meta de la agencia espacial no es la minería. Es conocer un poco más la formación de planetas, el origen de la vida y entender mejor los asteroides que un día podrían golpear la Tierra.
De hecho, se considera que Bennu tiene una ligera probabilidad de impactar el planeta a fines del siglo 22.
“El lanzamiento de Osiris-Rex es el comienzo de un viaje de siete años para traer muestras prístinas de Bennu”, expresó Dante Lauretta, principal investigador de la misión en la Universidad de Arizona.
Es que este asteroide es cercano a la Tierra, pero la misión no tomará meses, sino siete años: alcanzará al asteroide en 2018 para comenzar a estudiarlo a distancia, siguiéndolo, en julio de 2020 tomará las muestras, en marzo de 2021 se abrirá la ventana para iniciar el regreso y en 2023 la cápsula con la muestra, si todo sale como está planeado, se posará sobre el desierto de Utah, Estados Unidos.