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A este campesino lo atacó un hipopótamo y vivió para contarlo

Luis Enrique Díaz Flórez, de 44 años, se recupera del accidente. Esto es lo que recuerda.

  • Los expertos de Cornare sospechan que este es el hipopótamo que pudo haber embestido a Luis Enrique. Un ciudadano lo grabó en esa zona, horas después del incidente. FOTO tomada de video
    Los expertos de Cornare sospechan que este es el hipopótamo que pudo haber embestido a Luis Enrique. Un ciudadano lo grabó en esa zona, horas después del incidente. FOTO tomada de video
12 de agosto de 2020
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Por NELSON MATTA COLORADO

Lo último que Luis Enrique Díaz Flórez recuerda es que la tierra tembló. Estaba en un riachuelo, recogiendo agua en un timbo, cuando el suelo dio las primeras sacudidas. Por instinto dio un par de pasos desorientados, antes de que el hipopótamo lo embistiera por el costado.

“Yo solo sentí el tropel, porque ese animal es grandísimo. Ahí quedé privado. Desperté a los tres días en el hospital”, relató. Haciendo un esfuerzo, el campesino de 44 años accedió a compartir unas palabras con EL COLOMBIANO, tres meses después del insólito accidente, que hoy lo tiene como el primer sobreviviente al ataque de este mamífero en Antioquia.

Sucedió el pasado 11 de mayo, en la vereda Estación Pita, del municipio de Puerto Triunfo. Luis Enrique y un compañero fumigaban la maleza de una finca con un aspersor motorizado, que este último cargaba en su espalda.

En un descanso de la faena, con el sol recalentando el aire como un microondas, Luis Enrique fue a llenar el timbo. En ese instante tuvo el encuentro con el gigante. “Vine a abrir los ojos en el hospital San Vicente de Paúl, en Rionegro. Me partió unas costillas y la pierna derecha, pero gracias a Dios bendito no me la tuvieron que mochar”, narró.

La noticia del ataque se regó por todo el país, que siempre ha estado a la expectativa por el devenir de esta especie, introducida a nuestro hábitat por el narcotraficante Pablo Escobar en los 80, cuando era dueño de la famosa Hacienda Nápoles (hoy convertida en parque temático).

“Es la primera vez en la historia que esto sucede en Puerto Triunfo. No sabemos por qué lo atacó, porque esos animales ya están acostumbrados a la gente, en el corregimiento de Doradal se mantienen por la calle para arriba y para abajo y no pasa nada. Tal vez el ruido del motor de la máquina de fumigación lo estresó”, declaró en ese entonces el alcalde de la localidad, Javier Guerra Castillo.

Luis Enrique estuvo hospitalizado “un mes larguito y tres días”, dijo, tiempo en el cual estuvo alejado de su familia, que no pudo visitarlo por las restricciones derivadas de la pandemia del coronavirus.

También le dolió estar alejado del campo y de sus jornales, en lo que trabaja desde que se hizo hombre.

Planes frenados

Tras enterarse de lo ocurrido, Cornare comenzó a seguirle la pista al hipopótamo. El biólogo David Echeverry, jefe del Grupo de Bosques y Biodiversidad de esa entidad ambiental, señaló que cuando llegaron al sitio no quedaba rastro del animal semiacuático.

No obstante, consiguieron videos de lugareños, que grabaron con celulares a un espécimen en la misma zona, horas después del incidente. “¿Cómo les parece este animalito que está acá, este amiguito? ¡Lo tengo a 10 metros de distancia!”, relató con orgullo un conductor, que lo grabó a la vera del camino a las 5:53 p.m. de aquel 11 de mayo.

Con base en esa información, Echeverry estima que se trata de un individuo solitario en edad joven, con un peso aproximado de 1.5 a 2 toneladas. Esto implica que a Luis Enrique lo aplastó una mole tan pesada como un bus.

“Parece que tiene un comportamiento muy itinerante, se mueve por los caños que atraviesan las fincas y está muy cerca del río Magdalena, lo que hace difícil una posible captura y reubicación”, expresó el biólogo.

Añadió que a principio de año hubo conversaciones para que zoológicos de Ecuador, Perú y México financiaran el traslado de un par de mamíferos cada uno, hasta que arribó la covid-19, la cuarentena congeló la gestión y puso en aprietos a los albergues de animales a nivel global.

“La reubicación es apenas una de las líneas de trabajo. La solución de fondo es la esterilización masiva, que depende de instancias del nivel nacional y es muy costosa”, afirmó el experto, indicando que en la última década esterilizaron a 10 hipopótamos.

La población es cercana a los 70 individuos, que habitan la región del Magdalena Medio, con avistamientos en Puerto Triunfo, Puerto Nare, Yondó y Puerto Berrío (Antioquia), así como en Puerto Boyacá (Boyacá).

Cuando visitó a su primo Luis Enrique, una vez le dieron de alta y estaba en su finca, el concejal porteño Saúl Ospina lo vio tendido en la cama, con las muletas a un costado y luchando por respirar. “Habla muy despacio y se cansa rápido, porque una de las costillas fracturadas se le enterró en un pulmón. Además le implantaron una varilla en la pierna, desde la cadera. Quedó muy delicado”, explicó.

A pesar de esto, Ospina no está de acuerdo con sacrificar a estos seres vivos: “Soy partidario de la esterilización, aunque sé que vale mucha plata”.

Luis Enrique es soltero, desde la adolescencia ha estado pendiente de sus padres, por lo que le agobia su actual condición. “Me mantengo acostado o medio sentado. Trato de moverme en muletas o con caminador, pero no he podido volver a trabajar”, indicó con desesperación.

Solo espera volver a “jornaliar”, a ganarse la vida con sus propias manos, sin importar que sea cerca de los gigantes que por poco se la arrebatan

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