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Adiós a Rosita, pionera
y formadora de lideresas
La activista antioqueña, una de las promotoras del derecho al voto para las mujeres, falleció a los 90 años dejando un legado de unión y servicio.
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Uno de los tantos homenajes que recibió en vida Rosita Turizo de Trujillo es una bella escultura ubicada en la Avenida la Playa. FOTO Archivo
09 de julio de 2020
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“!Yo iba a ser abogada y no era ciudadana colombiana¡”. Así, vehemente y precisa, con los ojos bien abiertos, Rosita Turizo de Trujillo recordaba hace unos años el momento en el que fue plenamente consciente de la “discriminación legal” a la que eran sometidas las mujeres en el país, medio siglo atrás.
Esa revelación, por decirlo así, le llegó justo después de ingresar a la facultad de Derecho de la Universidad de Antioquia, siendo la primera mujer en hacerlo, carrera que emprendió sola junto a 62 hombres.
Así que entre 1949 y 1953, tiempo en el cual cursó Derecho, dio forma y solidez a las inquietudes cívicas y sociales que la acompañaban desde niña, gracias a las generosas enseñanzas de su padre, médico; y su tío abogado, que ayudaron a conducirla por el camino del espíritu crítico desde los ocho años.
Día a día a su alrededor ocurrían cosas que reforzaban en ella el inconformismo con una sociedad que precisaba cambios. En los homenajes que recibió en los últimos años recordaba, por ejemplo, el día en que una de sus grandes amigas le contó, afligida, cómo a pesar de tener los conocimientos y perfil para ejercer un cargo como arquitecta municipal se vio forzada a enseñarle a un hombre para que fuera este el jefe.
De ahí nació la Asociación Profesional Femenina de Antioquia, en 1955, desde la cual entablaron el debate público sobre la necesidad de revaluar las condiciones laborales de las mujeres y que fue la primera piedra para crear, dos años después, la fundación de la Unión de Ciudadanas de Colombia, la cual presidió en sus comienzos Rosita y que se encargó de canalizar el descontento creciente de las mujeres ante las desigualdades reinantes, pues hasta ese momento nunca habían ejercido su derecho al voto y ni siquiera tenían cédula de ciudadanía.
Gracias a liderazgos como el de Rosita, capacitando a jóvenes estudiantes y amas de casa acerca de su importancia en la esfera cívica, social y política de la Nación, el primero de diciembre de 1957 un total de 1.835.255 mujeres salieron a votar el Plebiscito para aprobar la reforma que daba paso al Frente Nacional.
Desde entonces no paró en su cruzada por lograr más derechos y mejores condiciones para las mujeres colombianas. Participó en la fundación de la Universidad de Medellín (1950) y la Universidad Autónoma Latinoamericana (1966), que además presidió. Además ejerció durante 20 años como fiscal del Tribunal Supremo de Medellín.
Ayer, la esposa de don Bernardo Trujillo Calle; la mamá de Margarita, Juan José, Sergio y Diego; formadora de lideresas y pionera de tantas luchas, falleció a los 90 años.
“Creo que la mayor enseñanza que nos deja es que no solamente basta con ser líder sino también enseñar a otro a descubrirse como líder”, cuenta Didier Vélez Madrid, abogada y discípula de Rosita y la presidenta más joven que ha tenido la Unión de Ciudadanas de Colombia.
Didier recuerda la insistencia con la que su maestra las comprometía en la lucha por los derechos de la mujer.
“Muy firme, como era en sus convicciones, pero de una manera muy amorosa nos decía ‘ustedes están en cargos de dirección y mando no solo por sus méritos sino porque otras mujeres luchamos para que ustedes llegaran a esas posiciones, así que tienen el reto de trabajar para que otras también lleguen”, rememora Didier, quien lleva 20 años al frente de la Fundación Amor por Medellín y Antioquia, formando gestores de convivencia y líderes desde edad escolar, replicando la huella que dejó Rosita, tal como lo hacen decenas de mujeres en el departamento desde diferentes orillas y en busca de nuevos derechos.
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