Una piña puede no ser el motivo más navideño, ni el más nostálgico o tradicional para celebrar el fin de año, pero sí que es la protagonista del alumbrado que se erige, este 2018, en el parque principal del municipio de Barbosa (Norte del Aburrá).
Y el motivo no es otro que traer a la memoria de los habitantes, de una forma entrañable, las Fiestas de la Piña, la tradición que se celebra en la localidad desde 1961, entre el 5 y el 11 de diciembre. Por esos días, todo es celebración en Barbosa, entre alboradas musicales, desfile de comparsas, juegos múltiples, concursos de sancocho y arriería.
Por eso, la luz no podía encenderse de otra forma que no fuera en torno a esta fruta, y llegó al municipio el 3 de diciembre, a manera de lucecitas suspendidas de las ramas de los árboles y que recubren, desde el atrio hasta la cúpula, la iglesia de San Antonio de Padua.
Además del parque principal, de acuerdo con la administración municipal, el alumbrado navideño se instaló en sitios como la Alcaldía, el parque Diego Echavarría, la Calle del Comercio, las Iglesias de Balvanera y Santa Martha del Hatillo.
Colores caen de los árboles
Hace 32 años que Róbinson Zapata vive en Barbosa y dice que si algo lo ha sorprendido de las luces que adornan el municipio este diciembre es que el color se ha transformado. Años atrás, recuerda, imperaba el azul, el rojo o el amarillo, en tonalidades menos variadas, siempre dentro de los colores primarios.
Ahora, dice, hay un matiz distinto, quizás más llamativo, con extensiones de luz y figuras que penden de “árboles grandísimos” en gamas violetas y verdes.
Zapata también coincide en que los lugares más concurridos, referentes de Barbosa como los templos y el palacio municipal, conservan su alumbrado clásico, pero no por eso menos bello.
“Abunda el color, uno que no había visto en años anteriores. Los árboles están todos iluminados, se siente uno en la época navideña. No es mucho el alumbrado, pero el poco que hay en estos referentes urbanos te hace sentir en Navidad”, afirma.
Guillermo Naranjo, residente de la localidad, agrega que “este año los alumbrados están muy bonitos” y que son, ante todo, sencillos, pero organizados.
Añade, además, que para Barbosa no han sido fáciles estos últimos meses, luego de la captura de su alcalde, Édison García Restrepo, junto a otros ocho funcionarios.
Por eso, dice Naranjo, a pesar de las dificultades o traspiés, Barbosa ha sabido cómo iluminarse. Y la Navidad llegó, propulsada, al casco urbano: allí están los juegos de los niños en el parque, las vacaciones recreativas y las novenas con natilla, También, las casas y barrios, que como postales festivas, ya suman cientos de lámparas encendidas desde los balcones y terrazas .
