Para una mujer en el municipio de Guatapé, Antioquia, la protección que tanto clamó para preservar su vida finalmente logró llevar a tiempo. Una denuncia a la línea 123 Mujer, y la posterior acción oportuna por parte de la policía y las autoridades en el municipio del Oriente antioqueño, evitó un feminicidio que parecía inminente.
El hombre ya la había atacado en varias ocasiones. Le había rociado límpido en la ropa, en otra ocasión la retuvo durante una hora bajo amenazas de muerte y en el hecho más grave irrumpió en el lugar de trabajo de la mujer con la clara intención de asesinarla, según señalaron las autoridades.
A través de redes sociales, tanto en los chats privados como de manera pública, el hombre la acosó sistemáticamente ejerciendo violencia psicológica.
Con todas las pruebas contundentes, las autoridades actuaron rápido y tras su captura, un juez de control de garantías lo envió a la cárcel para que responda, por ahora, por el delito de violencia intrafamiliar.
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Este caso se conoce en la misma semana en la que causó conmoción el crimen en contra de Luisa Fernanda Palacios, una mujer de 38 años que pidió ocho veces auxilio por su vida a diferentes autoridades en Medellín, sabiendo que era inminente un ataque mortal en su contra por parte de su expareja. Sin embargo, nada valió. A pesar de esas denuncias, la mujer fue asesinada el pasado 18 de julio, atacada salvajemente con arma blanca en su propia casa y delante de sus hijos.
Las autoridades capturaron a Wilmar Palacios Palacios, su expareja por más de 20 años, como presunto asesino para que responda por el delito de feminicidio.
Las violencias basadas en género en Antioquia siguen disparadas y sin reducción alguna. Hasta el 30 de junio habían sido asesinadas 53 mujeres en el departamento en lo corrido de 2025, un caso más frente al mismo periodo de 2024.
En la última semana, fueron asesinadas Estefanía de los Santos, atacada a tiros al interior de su casa, en el corregimiento San Miguel del Tigre, en el municipio de Yondó; y Claudia Jimena Uribe Areiza, asesinada en Sabanalarga y cuyo cadáver quedó expuesto con un letrero en vía pública.
También fueron asesinadas Leidy Osorio Tirado, de 33 años, en Yarumal, atacada a bala mientras hacía una visita; y Luz María Mesa Tobón, de 73 años, atacada con arma blanca en el barrio Playón de los Comuneros, en la frontera entre Bello y Medellín.
El pasado 14 de julio el cadáver de Milanis Ester Almendrales Medina había sido encontrado en la vereda Chaparral, en Guarne, en alto grado de descomposición.
Aunque las autoridades distritales, municipales y departamentales lamentan cada caso, lo cierto es que organizaciones defensoras de derechos humanos han denunciado que persisten ampliamente las brechas de acceso a las rutas de atención y protección y falta de un aparato sólido del Estado para proteger las vidas de las mujeres en riesgo.
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