El caracol africano es una especie que puede afectar a los cultivos de los lugares en los que habita, y de acuerdo con Corantioquia ha sido avistado en los municipios de Santa Fe de Antioquia, Támesis, La Pintada, Andes, Venecia, Ciudad Bolívar, Amagá, Puerto Berrío, Yondó, Jericó, Pueblorrico, Tarso, Salgar, San Jerónimo, Sopetrán, Titiribí e Hispania, por lo que la entidad está diseñando un protocolo para combatir de forma unificada a esta especie invasora.
En complemento, Corantioquia expone que el caracol africano es comparable con ratas y mosquitos porque puede albergar un parásito que afecta la salud de las personas, pero no es venenoso. Además, su carácter de invasor se debe a que es un animal que no es originario de la región, y dadas las condiciones de alta disponibilidad de alimento y pocos depredadores se adapta con facilidad al entorno y reproduce rápidamente, lo que según la entidad lo convierte en prácticamente imposible de erradicar.