En carpetas con la marca del Inder, los concejales de Medellín recibieron unos documentos particulares, que les llamaron la atención. Eran cartas escritas a mano, puerilmente, escritas aparentemente por niños de la ciudad. En ellas se pide al Concejo que apruebe el proyecto de acuerdo 094 con el que la Alcaldía pretende utilizar 697.000 millones de pesos de vigencias futuras. Esa plata se invertiría, entre otras cosas, en mejorar la infraestructura de los colegios de la ciudad, de ahí la supuesta petición de los niños.
El debate sobre las vigencias futuras ha estado caliente en los últimos días. Daniel Duque, del Partido Verde, ha cuestionado esa petición. En debate en el Concejo, dijo este miércoles 17 de agosto: “Esta alcaldía no tiene problemas de plata. Que hayan sido tacaños con los escenarios y la educación de los niños, eso es otra cosa, pero no ha sido falta de plata”.
Pues bien, las cartas llegaron para enrarecer más el ambiente. Daniel Suárez, ciudadano crítico con la administración y quien le ha hecho veeduría, comentó: “Esta es una práctica muy baja por parte de la administración. ¿Saben los niños qué es una vigencia futura? ¿Sabe la ciudadanía en general qué son las vigencias futuras? ¿Se podría discutir abiertamente esto y sin usar la instrumentalización de esa forma? ¿Por qué la administración hace esto o con que intención lo hicieron?”.
Y es que la falta de confianza en la administración ha sido uno de los peros que opositores, veedores y concejales le han puesto a la aprobación de las vigencias futuras. Piedad Patricia Restrepo, la vocera de la veeduría Todos por Medellín, ha dicho que la intención de invertir la plata en la infraestructura de la ciudad es noble, pero la falta de confianza y la manera de hacerlo no generan garantías.
Las cartas de los niños es un ingrediente más que se le suma a la ya turbulenta vida política de la ciudad.