Con una técnica innovadora investigadores y profesionales ambientales emprendieron un estudio para analizar comportamientos claves de peces que están en zona de influencia de Hidroituango, para garantizar su conservación y, de paso, el sustento de comunidades que se han dedicado históricamente a la pesca en el río Cauca.
Se trata de una alianza entre EPM y la Universidad de Córdoba con la cual se hicieron intervenciones menores a 60 bocachicos y 60 bagres rayados para introducirles microchips en el abdomen y poder monitorear sus movimientos, las distancias que recorren y las zonas de desove, entre otros comportamientos que tienen estas especies, las dos más comunes dentro de las comunidades en sus actividades económicas. Esta iniciativa forma parte del Plan de Manejo Ambiental del Proyecto Hidroeléctrico Ituango, por lo cual los resultados servirán para acciones de conservación que se implementen a futuro.
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Además de los 120 peces que tendrán estos chips de radiotelemetría, a otros 6.000 individuos les hicieron marcas hidrostáticas tipo Lea. Juan Fernando Morales, director ambiental de Hidroituango, explicó que se busca conocer y estudiar las rutas de migración de las especies para identificar los efectos del proyecto hidroeléctrico y de otras actividades que se desarrollan en la zona en estas especies y en actividades comerciales de la población como la pesca.
Así, se podrán implementar con mayor facilidad medidas de conservación que a la vez sean más eficaces y que estarán orientadas a mitigar los posibles impactos ocasionados por las actividades humanas.
Así operan los chips de radio telemetría
La introducción de los chips a los peces se hizo bajo procedimientos con médicos veterinarios especializados en cirugía de pequeños animales. Cada procedimiento duró alrededor de 20 minutos, según informaron desde EPM, y una vez terminaba el individuo era devuelto a una pileta de recuperación.
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