“No creo que económicamente resistamos más de dos o tres meses”. Esa es la sentencia que, con tristeza, da María Victoria Álvarez Moreno, administradora del mall comercial Villagrande de Envigado hace una década y una de sus fundadoras hace 32 años.
Situado en el cruce de la avenida El Poblado con la Ayurá, Álvarez cuenta que el mall está “asfixiado” por las obras viales que lo rodean.
En inmediaciones de Villagrande —que posee 19 locales comerciales y oficinas que emplean a 60 personas en restaurantes, peluquerías y charcuterías— se construyen el tramo 2B del sistema de buses de Metroplús y el intercambio vial de la Ayurá que conectará a Envigado con Itagüí. La esperanza ahora es que se cumplan los acuerdos alcanzados con la alcaldía.
Saldo preocupante
Las ventas en los locales se redujeron en un 85 %, y un 70 % de los clientes habituales no volvió, señala la administradora. Con el bajón de ventas, se despidieron 10 empleados y se cerró un local. La crisis hizo que muchos trabajadores solo laboren por horas.
Según Álvarez, desde hace 40 días el acceso al mall desde la avenida El Poblado se clausuró para adelantar las obras del Metroplús. Sin embargo, la situación más crítica se vivió hace dos semanas cuando el único acceso que le quedaba a Villagrande –ubicado sobre la canalización– fue bloqueado por la Secretaría de Movilidad para priorizar el plan de choque vial que busca darle fluidez al ingreso a Envigado.
“Nos dejaron encerrados y nos prohibieron tocar los maletines naranjados. Pero si no los movíamos, ¿como ingresaba la gente al mall? Nos tocó protestar porque nos aseguraron que tendríamos un ingreso por la canalización y resultó que no”, agrega.
Lo dicho por Álvarez lo ratificó Federico Diosa, propietario del autolavado de vehículos Car Wash Factory. “Nos dijeron inicialmente que iban a seguir con el tramo de la avenida solo cuando hubiesen acabado con la canalización y el tramo que llega al concesionario. Pero no han terminado ese tramo ni las obras de la canalización y ya nos encerraron por todas partes”, sostiene.
El empresario dice que antes se aseaban entre 10 y 12 carros al día pero en este momento, si mucho, logran lavar dos vehículos. “Perdí el 80 % de las ‘lavadas’ y por eso hemos tenido que recortar personal”, explica.
Álvarez agregó que los comerciantes vienen ‘reventados’ por la pandemia, por los estragos del paro nacional y ahora por los cierres. “Hay gente que no tiene dinero y yo no la puedo obligar a pagarme la cuota de administración. No sé, en un momento dado pensaré qué solución tomo”, anota Álvarez con resignación.
Mesa de diálogo
Los afectados reconocen que en esta crisis el personal de Metroplús se ha mostrado diligente y colaborador dentro de su margen de maniobra, así como la Subsecretaría de Desarrollo de Envigado, que les ha ofrecido créditos blandos y financiación de impuestos.