Muchos no creen todavía en el poder de un vehículo tan simple —dos de ruedas alineadas que avanzan con el impulso transmitido de dos pedales, un marco que da soporte, manilar y una silla— y sin embargo, cada día la bicicleta va abriéndose paso por las aceras y las calles de Medellín como medio de transporte.
El programa Encicla, de bicicletas públicas, inauguró ayer su estación 50 a dos cuadras de la estación Floresta del Metro, en la esquina de la calle 48 con la carrera 77A, barrio El Estadio. Para el estreno llegó hasta allí un grupo de ciclistas —pedaleando por las ciclorrutas de Palacé, San Juan, La 70 y Pichincha— entre los que se contaban el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria; el director del Área Metropolitana, Hernán Darío Elejalde; entusiastas de la bicicleta y hasta corredores del equipo profesional EPM-Tigo-Une-Área Metropolitana, con su entrenador, Raúl Mesa.
El director del Área Metropolitana, Hernán Darío Elejalde, explicó que desde 2012, cuando comenzó Encicla, el sistema se ha fortalecido: de seis estaciones iniciales ha pasado a 50, 18 manuales y 32 automáticas. Eran 106 bicicletas y hoy hay 1.500 disponibles para la comunidad. En cuatro años se han habilitado 28 kilómetros de ciclorrutas para pasar de 50 kilómetros de redes interconectadas.
Aunque falta mucho, también. En las proyecciones del POT está que la ciudad tenga 400 kilómetros de ciclorrutas para 2026. Y la gran meta es que para el año 2030 el 10 por ciento del total de viajes en el Valle de Aburrá se hagan en bicicleta, para lo cual habría que pasar de los 37.000 desplazamientos diarios promedio que arrojó la encuesta Origen-Destino de 2012, a superar en cifras de hoy, los 400.000.
En los planes está poner en funcionamiento 530 estaciones en el Aburrá, 370 en Medellín, establecer zonas de tráfico compartido para carros, motos y bicicletas e instalar 221 cicloparqueaderos.
“La bicicleta es uno de los símbolos más arraigados de nuestra cultura. Hace poco entregamos una de las mejores pistas de BMX del mundo, hoy llegamos a 50 estaciones de Encicla y hemos apoyado también el deporte competitivo, con una contrarreloj nocturna en la Vuelta a Colombia”, anotó el alcalde Aníbal Gaviria, quien considera que desde su administración se le ha dado un empujón a las bicis.
Daniel Suárez, activista de la movilidad en bicicleta, reconoció que también los colectivos urbanos han hecho un aporte fundamental de apropiación de espacios por parte de los usuarios. Aunque subrayó que con la infraestructura, falta también trabajar en la convivencia entre los diferentes usuarios de las vías, incluidos peatones y ciclistas. “Todos debemos hacer ese proceso”, consideró.
Como un entusiasta más del uso de la bicicleta y un convencido de sus bondades, Raúl Mesa, señaló que a su juicio, cada día crece el amor por la bici como transporte en Medellín. “Antes era más riesgoso montar. Hoy hay un mínimo riesgo porque falta educar a los conductores en el respeto por los ciclistas en la ciclorruta y en la vía”.
A quienes consideran que hay que tener un estado físico privilegiado para usar la bicicleta en la topografía de Medellín, les recomendó que lo hagan como ejercicio, que el corazón y el organismo también agradecen un esfuerzo moderado, que cada quien puede hacer a su ritmo.