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Gentrificación, el problema que “empuja” a la gente de los barrios

Zonas de Medellín como Naranjal, Sevilla o Manila, estarían sufriendo el fenómeno de la gentrificación.

  • Según los expertos, casos manifiestos del fenómeno de gentrificación, donde salen pobladores tradicionales, pueden observarse en zonas como el barrio Sevilla, en la foto. FOTOS MANUEL SALDARRIAGA
    Según los expertos, casos manifiestos del fenómeno de gentrificación, donde salen pobladores tradicionales, pueden observarse en zonas como el barrio Sevilla, en la foto. FOTOS MANUEL SALDARRIAGA
  • Según los expertos, casos manifiestos del fenómeno de gentrificación, donde salen pobladores tradicionales, pueden observarse en zonas como en Naranjal, en la foto. FOTOS MANUEL SALDARRIAGA
    Según los expertos, casos manifiestos del fenómeno de gentrificación, donde salen pobladores tradicionales, pueden observarse en zonas como en Naranjal, en la foto. FOTOS MANUEL SALDARRIAGA
17 de septiembre de 2019
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En febrero de este año, Nueva York le cerró la puerta, al menos por ahora, a la multinacional Amazon, que pretendía llegar con una sede y la promesa de 25.000 empleos al condado de Queens. La razón, la fuerte resistencia de la comunidad —muchos latinos— porque la presencia de la compañía encarecería los precios de las viviendas y haría del barrio, para los pobladores tradicionales, un verdadero infierno.

De haber llegado, decía la comunidad, se hubiera presentado el fenómeno conocido como gentrificación (ver Para saber más), y habría obligado, en el mediano plazo, a que familias tuvieran que dejar sus casas para instalarse en otras zonas donde la vida no fuera tan costosa.

El mes pasado, en Medellín, aparecieron algunas hojas pegadas sobre postes en los alrededores de Provenza y el Parque Lleras. En un texto escrito en inglés y dirigido a los visitantes extranjeros, algún ciudadano anónimo reclamó la masificación del turismo, que se vende con el eslogan “traemos progreso”, pero que solo terminaba gentrificando los barrios de El Poblado.

EL COLOMBIANO consultó sobre este tema con expertos y concejales para analizar si en la capital antioqueña se presenta este fenómeno, si se confunde con la renovación urbana y, al tener solo connotación negativa, qué herramientas hay para contrarrestarlo.

Etapas del fenómeno

Según el abogado Carlos Arturo Cadavid Valderrama, coordinador para Colombia de la Alianza Internacional de Habitantes, en el Centro la gentrificación comenzó desde hace más de 30 años y ya se puede evidenciar en sectores como Estación Villa, San Benito, Sevilla o El Chagualo.

“Es que este problema tiene varias etapas. Empieza por una degradación del barrio por inacción de la administración municipal, como buscando un desorden; luego la gente se empieza a ir y entonces aparece la intervención, los proyectos comerciales o inmobiliarios, porque ya la propiedad está a bajo costo”, expresó.

Cadavid mencionó que hay al menos seis fases en la gentrificación: abandono por falta de servicios como salud y educación, estigmatización por denuncias de inseguridad y pobreza, especulación cuando las propiedades comienzan a ser adquiridas por grandes conglomerados, encarecimiento de la vida en la zona por la llegada de empresas y negocios, expulsión de los habitantes remanentes, y finalmente comercialización de nuevos proyectos de vivienda cuando el barrio se pone de moda.

“En el caso de San Benito, para poner en contexto el tema, mientras que en 1992 el 80 % del territorio era residencial, ahora solo alcanza el 10 %. En este momento, para hablar de cómo cambia de rápido la dinámica, el alquiler ya cuesta el doble que hace dos años”, reveló.

Alejandro Echeverri, director del Centro de Estudios Urbam - Eafit, se refirió al caso de El Poblado, pues si bien en sectores como Provenza o Manila la calidad de vida y los ingresos de la familia son altos, también se podría hablar de gentrificación.

Según los expertos, casos manifiestos del fenómeno de gentrificación, donde salen pobladores tradicionales, pueden observarse en zonas como en Naranjal, en la foto. FOTOS MANUEL SALDARRIAGA
Según los expertos, casos manifiestos del fenómeno de gentrificación, donde salen pobladores tradicionales, pueden observarse en zonas como en Naranjal, en la foto. FOTOS MANUEL SALDARRIAGA

Señaló que durante los años 80 y 90 todavía había convivencia entre la zona residencial y comercial, incluso colectivos trataban de discutir la masificación del turismo, pero desde el 2000 comenzaron a desaparecer los habitantes. “La puerta, por falta de regulación, no se cerró y se cambió el uso del suelo”, dijo.

La concejala Aura Marleny Arcila observó que en el barrio Manila la comunidad que aún vive allí le ha expresado que se siente acorralada por el turismo y los hostales que son difíciles de controlar, pues muchos funcionan a través de aplicaciones como Airbnb.

“La solución es mantener el contacto con los habitantes y ejercer mayor control institucional para regular los sitios que no tienen permiso para funcionar y pueden convertirse en sitios promotores de desorden y vicios”, sugirió.

Zona Norte, Naranjal y Moravia

Por otro lado, el desarrollo en Sevilla y El Chagualo son otra muestra de gentrificación, anotó Echeverri. El asentamiento de Parque Explora, Ruta N, y otros centros de innovación atrajeron la construcción de centros comerciales y nuevas unidades residenciales que desplazaron bodegas y casonas viejas.

Los expertos y la concejala coinciden en que Naranjal sí podría considerarse como un caso de gentrificación. Allí el proceso de renovación urbana comenzó en 2013, con el fin de convertir el barrio de talleres y pocas viviendas en un parque residencial y comercial.

De acuerdo al último reporte de la Empresa de Desarrollo Urbano, de las cinco etapas contempladas en el plan parcial para esta zona, ya se ha ejecutado un 20 % y la vigencia para terminar fue prorrogada hasta 2026.

Echeverri advirtió que en Moravia hay que tener especial cuidado, pues según él es un barrio que ha tenido una movida cultural y un arraigo marcado, pero el actual POT se contempla ejecutar allí una renovación urbana sin integrar a los pobladores y las economías que funcionan allí, por lo cual es muy propenso a la gentrificación.

“Es como si quisieran hacer borrón y cuenta nueva (...) Ese es el problema del fenómeno, que tratando de hacer transformaciones positivas, no beneficia a los habitantes tradicionales sino que funciona para otros que lleguen”, explicó.

No obstante, Jorge Pérez Jaramillo, formulador del POT en 2014 como director de Planeación de Medellín, desestimó que se trate de gentrificación en el caso de Moravia (y otros en la ciudad), pues allí está en juego una legislación especial de riesgos, por problemas de suelos inestables, con lixiviados y materias orgánicas, debido a que entre los 70 y 80 el barrio fue un basurero municipal.

¿Tiene cura?

Para el concejal Daniel Carvalho la gentrificación es un fenómeno difícil de combatir, incluso señaló que la respuesta de cómo luchar contra este problema no está inventada en ningún país. “La cuestión es que toda mejora que llega a una zona tiende a aumentar los precios del barrio, pero es necesario hacer procesos de renovación urbana”.

Agregó que luchar contra el fenómeno supone enfrentarse a ciertas fuerzas del mercado (sector inmobiliario) y eso es difícil de contener.

Pérez Jaramillo, que no está de acuerdo con la confusión que se ha presentado entre gentrificación y renovación urbana, señaló que lo que sucede en Medellín es más repoblamiento o evolución natural de la ciudad, y por eso el POT contempla 33 nuevos planes parciales, con más de 120 mil viviendas potenciales.

A contramano, Echeverri manifestó que los términos no se excluyen, sino que si una zona se gentrifica es una consecuencia de la renovación urbana.

En el Concejo de Medellín cursa un proyecto de acuerdo que busca convertir en política pública la protección a moradores, incluso el POT en su artículo 573 sienta una base para garantizar los derechos de permanencia de las comunidades. Según Arcila esto ayudaría, en parte, a evitar el fenómeno en cuestión.

En las plenarias de octubre y noviembre se discutirá y votará, para convertirlo en acuerdo, pero Carvalho quiso ser claro con que el proyecto no está creado para evitar la gentrificación.

Hasta ahora, en casos como el de Nueva York, ha sido la resistencia de la comunidad el único freno contra el fenómeno. Echeverri dijo que aunque el término es nuevo tendrá pertinencia local en adelante, porque la ciudad está atravesando por un proceso de renovación.

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