viernes
7 y 9
7 y 9
Después de la explosión que sacudió la estructura de EL COLOMBIANO en la sede de Juanambú, la empresa no se rindió en su afán de mantener informadas a sus audiencias.
Ese ataque, el 10 de marzo de 1988, a las 10:26 de la noche, dejó como saldo una persona muerta y varios heridos. La acción valerosa del vigilante Gabriel Trespalacios evitó una tragedia mayor.
“Lo ocurrido ese día dejó como héroes no solo al vigilante sino de manera conjunta a los periodistas de EL COLOMBIANO y de todo el país que no renunciaron a su profesión pese a la intimidación, las amenazas y los ataques. Por el contrario, siguieron contando la historia con mayor intensidad, buscando siempre la verdad”, destacó el alcalde Federico Gutiérrez, en el acto de conmemoración de ese ataque, que se realizó ayer en la sede actual del periódico.
En el marco de la campaña Medellín abraza su historia, el alcalde entregó una placa conmemorativa por la valentía que demostró El Colombiano al continuar firme en su tarea, hasta el día de hoy.
Durante el homenaje, Martha Ortiz Gómez, directora de EL COLOMBIANO, agradeció el gesto y señaló que el trabajo, a lo largo de 107 años de historia, siempre ha sido el mismo: “nuestro compromiso es con la verdad y el periodismo, no importa el precio”.
Esos días difíciles de la década del 80 y comienzos del 90, no frenaron el trabajo de esta casa periodística. “Conseguimos unas carpas de tractomulas que nos las prestó un transportador para poder techar el periódico por la lluvia de esos días y mantenernos en funcionamiento”, relató Luis Miguel De Bedout, presidente del grupo editorial, en el acto de entrega de la placa conmemorativa, evento al que también asistió el entonces director de EC y exalcalde de Medellín Juan Gómez Martínez.