Cuando se viaja por la angosta troncal del Nordeste ya se ven los avances en la doble calzada Barbosa-Pradera, que adelanta la concesionaria Hatovial y que según la Gobernación de Antioquia, puede estar lista para diciembre próximo.
Juan Sebastián Camargo, gerente de Proyectos Estratégicos del Departamento, dijo que las obras están ejecutadas en un 63 por ciento y el pavimento ya cubre 7 de los 12 kilómetros de la nueva vía.
Recordó que la obra tiene un valor superior a 280 mil millones de pesos, invertidos por la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, el Departamento, el Área Metropolitana y un 10 por ciento por valorización.
Cuantiosa inversión
El funcionario agregó que en estos momentos se avanza en la construcción del puente sobre el río Porce, que tiene 120 metros de longitud, y se inició la remoción de tierra en el último kilómetro, ubicado en el costado oriental de la actual vía al Nordeste, que terminará 300 metros antes del relleno sanitario de Pradera.
Destacó que sumadas las dos dobles calzadas Hatillo-Barbosa y Barbosa-Pradera, la inversión de la ANI, llega a 300 mil millones de pesos.
Luis Gabriel Franco, secretario de Planeación e Infraestructura de Barbosa, opinó que aunque hace unos meses no han tenido reuniones de socialización con Hatovial, sí se ve que las obras tienen un importante avance, en especial en los nueve pares de puentes que tiene el proyecto.
El Secretario manifestó que algunos habitantes vecinos a los trabajos se habían quejado por el polvero que levantaban las obras, pero Hatovial realizó las respectivas labores de mitigación y no hay más reclamos.
Fernando Vélez, presidente del Concejo del municipio de Barbosa, reconoció los avances, en especial del puente que es la conexión con Pradera, pero las dificultades se han presentado con el cobro de la valorización y algunos propietarios demandaron el derrame.
Julio César Morales, dueño de un estadero en la vereda Aguas Claras, a orillas de la actual vía, indicó que ellos no van a quedar tan favorecidos por la obra, porque se les llevará la clientela de conductores y pasajeros y tendrán que pensar en nuevas estrategias para incentivar el ecoturismo.