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La siembra de más de 80.000 árboles y la intervención de 53 puntos de quebradas figuran entre las principales estrategias realizadas en Medellín el año anterior en su lucha contra el cambio climático, según un reporte de la alcaldía.
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente de la alcaldía, en su proyecto de consolidar a la capital antioqueña como una Ecociudad, la administración municipal avanza en acciones de desarrollo sostenible del territorio que tienen como objetivo la protección de todas las formas de vida y la conservación de los ecosistemas.
La dependencia señala como un avance significativo la aprobación técnica del Plan de Acción Climática de Medellín por parte del Grupo de Liderazgo Climático de Ciudades - C40, en el cual se traza la hoja de ruta para ser una ciudad carbono neutro al año 2050.
Dicho acuerdo contiene varias acciones orientadas a lograr una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que, a corto, mediano y largo plazo, apuntan a definir estrategias frente al cambio climático.
Adicional a este acuerdo, desde la Secretaría de Medio Ambiente se realizan siembras, mantenimientos a zonas verdes, reverdecimiento y restauración de bosques.
“Hemos logrado la siembra de 74.303 nuevos árboles en zona rural y 9.813 en zona urbana, con los cuales se fortalece la conectividad ecológica, se generan hábitats adecuados para las especies, se fortalecen los servicios ecosistémicos y se contribuye a garantizar un ambiente sano”, manifestó la secretaria de Medio Ambiente, Diana María Montoya Velilla.
La funcionaria atribuyó a todos estos hechos el registro de 22 especies nuevas de aves y mariposas en la ciudad.
Adicional, subrayó que por medio del equipo de guías ambientales del Comité de Aseo y Ornato se han realizado 178 intervenciones en el paisaje natural de la ciudad y se ha logrado la sensibilización de 25.351 personas en buenas prácticas ambientales y manejo adecuado de residuos.
“Adicional a las labores de embellecimiento del espacio público, trabajamos por reducir y mitigar eventuales represamientos o desbordamientos en nuestras quebradas, adelantando el mantenimiento de 940 metros lineales en 53 puntos de quebradas”, precisó la secretaria Montoya Velilla.
Otra de las estrategias desarrolladas por la alcaldía es la llamada Viernes de Ecociudad, consistente en jornadas en las que se llega a diferentes zonas para promover el diálogo con la comunidad y fomentar el respeto, cuidado y protección de los ecosistemas.
En las acciones futuras, se aspira avanzar en proyectos como la implementación del Refugio de Vida Silvestre, la formulación de la política de economía circular, la protección de abejas y avispas, la implementación de ecohuertas y la política de biodiversidad.
Pese al detalle de esta información, no hay satisfacción plena en las ejecuciones logradas hasta el momento por algunos actores que defienden la biodiversidad y los ecosistemas de la ciudad.
Un activista muy conocido es José Fernando Álvarez, integrante de la Mesa Ambiental de El Poblado, quien afirmó que mucho de lo ejecutado por la actual administración corresponde a procesos y proyectos que ya venían de administraciones anteriores, como el mantenimiento e intervención de las quebradas, las siembras de árboles y los corredores verdes.
“Ponerlos como logros propios es una forma de desconocer lo que se venía haciendo de tiempo atrás”, dijo.
Álvarez expuso que un Plan para el Cambio Climático solo en Medellín no sirve, porque lo que se haga en la ciudad tiene impacto en los demás municipios del Valle se Aburrá y viceversa, “porque somos una región conurbada e interconectada y así cada municipio tenga su plan, de nada sirven si no se articulan”. Mencionó casos como el Metroplús, cuyas obras afectan a varias localidades.
Indicó que en la ciudad existe hace 12 años el Plan Ambiental Municipal (PAM) que, a su juicio, es el mismo Plan del Cambio Climático al que solo le cambiaron el nombre. Y recordó que hace 15 años existen los PAAL (Planes de Acción Ambiental Locales), que corresponden a las diferentes comunas y corregimientos y que por ellos debería empezarse a ejecutar el plan general.
Finalmente, advirtió que además de contar con las comunidades para todas las acciones relacionadas con el medio ambiente, se deberían llevar registros de las ejecutorias a manera de seguimiento para saber con cifras y datos los impactos, pero que ninguno de los dos procesos se está cumpliendo en la ciudad.
“Acá siembran árboles por compensación, pero ninguna autoridad se encarga de hacer el registro de su evolución, lo que sí hacemos los colectivos ambientales”, subrayó.