A las 10 y 08 minutos de la mañana de ayer, el sonido de una explosión interrumpió la calma que se vivía ayer en el kilómetro 14 + 350, zona del derrumbe de la autopista Medellín-Bogotá, cuya apertura sigue siendo incierta por la cantidad de metros cúbicos que hay por remover y el riesgo de deslizamiento que aún persiste.
Las rocas, que estaban sobre la vía, era imposible moverlas y entonces debió acudirse a su explosión, que fue realizada por el coronel retirado del Ejército Pablo Emilio Sucerquia: “Soy experto explosivista y el trabajo lo hago para la firma de ingenieros”, explicó. La explosión fue exitosa y supervisada por Indumil. Requirió 35 kilos de anfo, 200 metros de cordón detonante y un detonador número 8.
El alcalde de Copacabana, Óscar Restrepo, que temprano llegó al sitio, como lo ha hecho desde que la vía colapsó, expresó su desconsuelo porque, a pesar de toda la intensidad con la que se trabaja, las labores parecen no avanzar.
“Se han retirado más de 60 mil metros cúbicos de tierra y rocas y mire esa montaña, hay más de cien mil metros cúbicos todavía, es una locura, este problema no me deja dormir y creo que como están las cosas, demorará otro mes o 15 días”.
No más depósito
Esto llevó al mandatario a proponer su alternativa: “yo, sin ser ingeniero, me olvidaría de la vía y sobre esa misma montaña haría una carretera, no le veo otra solución”, manifestó.
El ingeniero Germán Vélez, gerente de Devimed, concesionario de la autopista, precisó que la tierra removida ya no se llevará al depósito sino que se utilizará en la zona de los trabajos, la vereda Peñolcito.
“Vamos a construir un terraplén para cuñar el talud y dar vía sobre el terraplén, con el material del terreno vamos a hacer un lleno sobre la carretera que nos sirva de contrapeso y contenga el movimiento del talud, entre 2.5 y 3.0 metros de altura, lo organizamos y lo habilitamos para que los carros pasen”, dijo el ingeniero. Es decir, el terraplén cumplirá el doble propósito de detener el derrumbe y permitir la movilidad. No se señaló la fecha para cuándo se espera que esté listo el terraplén.
Mientras tanto, el alcalde de Copacabana acordó con su similar de Guarne que los niños de la vereda que estudian en la localidad del Oriente aplacen el ingreso a clases, pues aún es muy riesgoso para ellos cruzar por el lugar.
“No voy a exponer las vidas de los niños. Hay mucho movimiento de volquetas, maquinarias y voladura de rocas y es mucho el peligro para ellos”, advirtió el alcalde de Copacabana .
