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“Antioquia tendrá en la Dirección General de la Policía un acompañamiento de cuerpo presente, para apoyarla la lucha contra el crimen y para la seguridad ciudadana”.
Con estas palabras, el nuevo director de la Policía, general Jorge Luis Vargas Valencia, anunció que le dará prioridades a los problemas que afectan a varias subregiones del departamento.
En entrevista exclusiva con EL COLOMBIANO, el oficial también habló sobre homicidios de líderes sociales, los principales grupos criminales y las críticas por tantas fiestas clandestinas en pandemia.
Una preocupación de los colombianos es el frecuente asesinato de líderes sociales. ¿Hay un patrón detrás de todas estas muertes?
“Lo que tiene la Policía es que son hechos relacionados con cada una de las víctimas, no hemos encontrado una sistematicidad a nivel nacional. Solo en algunas regiones encontramos patrones que tienen que ver con el narcotráfico, en zonas en las que hay cultivos ilícitos y grupos armados organizados. Hay un avance investigativo del 65,2 % frente a los casos que tiene la Policía, y por ese avance es que puedo decir que no hay una sistematicidad nacional”.
¿En qué consiste ese avance investigativo?
“Sobre los 207 casos que están asignados a la Policía para su esclarecimiento, 135 tienen avance investigativo, es decir, el 65.2 %. Por avance me refiero a que ya hay órdenes de captura expedidas, o personas capturadas, o ya sabemos quiénes fueron los determinadores o los móviles. Si hablamos del total de casos, cuyo esclarecimiento no es solo misión de la Policía, sino en conjunto con el CTI de la Fiscalía, hay 403 víctimas desde 2016, aquí hay avances en 256 casos, el 63.52 %”.
Y ahora que es el jefe de la Policía, ¿qué estrategia implementará para que no se sigan acumulando estas cifras?
“Lo primero es que vamos a seguir fortaleciendo el Programa de Acción Oportuna (PAO), que se lanzó desde mayo del año pasado sobre varios municipios priorizados, y hemos tenido en ese PAO un 438 % más de capturas sobre asesinos de líderes sociales que en el mismo periodo de 2019. Ahí hay que trabajar mucha microgerencia y apoyo sobre las unidades desconcentradas, y envío de funcionarios del Cuerpo Élite a nivel nacional; también tendremos microgerencia de la investigación criminal. Y en términos de prevención, esta no es una sola acción de la Policía, esto es un conjunto de actividades entre todas las autoridades, y esperamos trabajar muy de la mano con alcaldes y gobernadores, para que en asocio con autoridades regionales se puedan brindar las posibilidades de seguridad a las personas que lo requieran”.
Otra preocupación son las disidencias de las Farc, que anunciaron hace dos años un proyecto para refundar su organización. ¿En qué va ese proyecto, lograron articularse de nuevo?
“Estas disidencias de las Farc son organizaciones narcotraficantes, tanto la de ‘Iván Mordisco’, como la ‘Narcotalia’ de ‘Jesús Santrich’, ‘Iván Márquez’ y ‘el Paisa’. Por fuentes administradas por grupos especiales, que trabajan con autoridades internacionales, y dentro de nuestros procesos investigativos, sabemos que gran parte de su esfuerzo delictual es en el narcotráfico. Reciben a carteles de Centroamérica, de Europa Central y de los Balcanes, tienen conexión con organizaciones de tráfico de África, a quienes llevan a los laboratorios; además, administran pistas en otros países. Las disidencias están atomizadas, sin un mando central, tienen un intento de reorganización sobre áreas de cultivos de coca y de laboratorios ilícitos, basados en el cobro extorsivo a los cocaleros. Es decir, toda su plataforma delincuencial es a partir del narcotráfico”.
Y con los jefes de ese grupo en Venezuela, ¿han encontrado cooperación internacional para detenerlos?
“Con las autoridades de Venezuela no hemos tenido cooperación. Estos son delitos que afectan a la humanidad, como el narcotráfico, la minería criminal y el secuestro, y le hemos pedido a Interpol que permanentemente difunda las circulares azules y rojas contra los cabecillas de las disidencias de las Farc y del Eln”.
Hablando del Eln, ¿cuál es el estado actual de esa amenaza? ¿Se ha fortalecido después de romper las negociaciones de paz?
“No hay un fortalecimiento. Hay divisiones al interior por rentas narcotraficantes, entre los frentes del Oriente y los del Occidente. La mayoría de cabecillas del Eln se encuentran en Venezuela, por lo que han perdido el mando y control de la organización. Tienen un proyecto urbano de influencia en algunas universidades, que ya estamos judicializando con la Fiscalía”.
¿Cree que haya posibilidades cercanas de retomar las negociaciones con el Eln?
“No tengo autorización para hablar de eso, ni es un tema de mi resorte”.
Agamenón cumplirá seis años en febrero y no ha logrado el principal objetivo, que es la captura de ‘Otoniel’. ¿Qué pasará con esa operación?
“Estuve hace ocho días en la base de Agamenón, en Necoclí. Esta operación la vamos a fortalecer, especialmente en investigación criminal e inteligencia, y vamos a retomar las alianzas internacionales en la lucha contra el narcotráfico del Clan del Golfo, con la DEA, FBI, NCA (de Reino Unido), los españoles, las policías de Panamá, Costa Rica y México. Agamenón debe continuar el tiempo que sea necesario, es una operación continuada, sin límite, para neutralizar al clan. El principal objetivo en este momento es la captura de ‘Otoniel’ y llevarlo a la justicia, así como a ‘Marihuano’, ‘Siopas’, ‘Gonzalito’ y ‘Chiquito Malo’ (miembros del llamado estado mayor). Por ‘Otoniel’ se ofrecen 5 millones de dólares de recompensa por parte de EE.UU. y hasta $3.000 millones de pesos por parte del gobierno colombiano”.
Se rumora que ‘Otoniel’ salió del país, hacia Panamá o Venezuela, ¿es cierto?
“No, él sigue en territorio colombiano”.
Una crítica a la Policía durante la pandemia es que no ha frenado las fiestas clandestinas. ¿Ese fenómeno desbordó la capacidad del servicio policial?
“No lo interpreto como una debilidad, lo que veo es un mal comportamiento ciudadano. Hay un tema de consciencia social, y llamo a los medios de comunicación a que nos ayuden, para que las personas se comprometan a salvar vidas y protejamos la salud de todos. Cada ciudadano no puede tener un policía al lado, el día en que una sociedad necesite un policía para cada persona, tendremos que hacer una revisión a fondo de lo que está pasando. Esto tiene que ser un control entre todos. Hacemos cumplir la ley en lo que nos corresponde: el Código de Policía y judicializar a quien viole las medidas sanitarias”.
En Antioquia hay problemas de orden público en tres subregiones: Suroeste y Oriente, por la pugna entre traficantes de droga; y Bajo Cauca, por el conflicto histórico de grupos criminales por el territorio. ¿Qué planes tiene para esas zonas?
“El Suroeste es una de las zonas priorizadas en la lucha contra el Clan del Golfo, que desafortunadamente llegó a hacer outsourcing ilegal con grupos de tráfico local de estupefacientes. Allá se aumentará la capacidad investigativa y de operaciones, con mando unificado. En el Bajo Cauca tenemos la Operación Aquiles, que se reforzará con la Dirección de Carabineros, a cuya jefatura acaba de llegar el general Jesús Barrera, un hombre experto en Inteligencia (exjefe de la Dipol), que va a fortalecer esa operación con capturas de ‘los Caparros’, Eln y Clan del Golfo. Y en el Oriente, asignamos al Centro Integrado Contra Organizaciones Delincuenciales (Cicor) de la Dijín, con el general Fernando Murillo (director de la Dijín), y al general Eliécer Camacho (comandante de la Región N°6), los dos a la cabeza, para interrumpir las organizaciones criminales. El denominador común es la lucha contra las estructuras de crimen organizado en cada una de las tres subregiones”.
Hoy tenemos un nuevo comandante en la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá. ¿Cuál fue la misión prioritaria para él?
“El general Pablo Ruiz es experto en policía judicial e inteligencia, fue subcomandante de la Metropolitana del Valle de Aburrá y conoce los problemas del área metropolitana. Ha trabajado de la mano con la DEA, el FBI y por muchísimos años con la Fiscalía. Esto quiere decir que reúne las condiciones para hacer tres cosas: uno, mantener los indicadores de seguridad ciudadana y llevarlos la baja: hurto, homicidios y riñas; dos, luchar contra el crimen organizado; y tres, trabajar unido con los alcaldes del Aburrá, para garantizar la convivencia ciudadana, menos riñas, más programas contra el tráfico local de estupefacientes, más parques y colegios libres de droga”
El nuevo director de la Policía aseguró que no hay una sistematicidad nacional en los asesinatos de líderes sociales y que acompañará de cerca el trabajo por la seguridad de Antioquia.