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Con panfletos, el Clan del Golfo sigue intimidando a los habitantes de Sonsón, Argelia y Nariño
La amenaza fue entregada en carreteras y también a través de mensajes por Whatsapp.
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Los habitantes de Sonsón, al igual que los de Nariño y Argelia amanecieron inundados de cartas amenazantes. FOTO: CAMILO SUÁREZ
15 de noviembre de 2022
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Los habitantes de la zona de páramos en el Oriente antioqueño fueron nuevamente intimidados a través de panfletos y mensajes por Whatsapp, tal como ha ocurrido varias veces en los últimos doce meses.
En los últimos días, los pobladores de los municipios de Sonsón, Argelia, Nariño y de los corregimientos de Puerto Venus, San Pedro Arriba, San Andrés, Puente Lindad y Pueblo Nuevo amanecieron este fin de semana inundados con copias de una amenaza, supuestamente, del Clan del Golfo, que fueron entregadas a los viajeros en chivas, regadas por los parques y sitios públicos y también compartida por Whatsapp.
El mensaje con el que los delincuentes buscan intimidad a la comunidad contiene cinco puntos:
“1. De acuerdo a las políticas tomadas dentro de nuestros mandos superiores son declarados objetivo militar: Todo aquel que está en contra de nuestros intereses social, político y militar.
2. Por lo tanto estamos de ayudar y prestar seguridad en los diferentes municipios corregimientos y veredas por una sociedad más digna.
3. Toda persona que no están dedicados a la familia, trabajo y estudios y que estén de chismosos, sapos ladrones, cuatreros, jibaros e informantes de la fuerza pública etc..., serán declarados objetivo militar.
4. A los que les gusta formar desorden en los pueblos y riñas en los lugares públicos y personas que no asistan convites o reuniones serán sancionados con multa de $500.000 y labor social como rosar carreteras, embellecer parques y lugares públicos, etc.
5. A partir de la presente fecha son declarado objetivo militar y que tengan presente nuestro accionar las siguientes personas ya se encuentra totalmente identificadas. Sapos, Jaime conocido como buche, jibaros, Chester”.
La Policía aseguró que ya se encuentra tras la pista de los responsables de las intimidaciones. Desde hace más de un año esta zona del Oriente antioqueño ha visto deteriorada su seguridad y orden público por cuenta del surgimiento de grupos neoparamilitares, herederos de clanes como los Isaza, que se han ido abriendo paso desde el Magdalena Medio, para apropiarse de rutas y laboratorios para el procesamiento de cocaína.
Estos grupos se estarían disputando el control del territorio con bandas oriundas de Medellín, el ELN y las disidencias.
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