A pesar de ser un cruce de caminos desde la época colonial y de estar en la franja que conecta al Valle de Aburrá, el Oriente y el Urabá —subregiones donde habitan el 84% de los antioqueños—, durante décadas el Occidente fue visto apenas como una zona de tránsito o de fincas de recreo. Pero esa mirada comienza a cambiar.
La entrada en operación de Puerto Antioquia —que triplicará la carga que hoy mueve Urabá, pasando de 2 a 7 millones de toneladas anuales— está reconfigurando el mapa logístico del país.
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El Occidente antioqueño, ubicado entre el puerto y los centros industriales del Valle de Aburrá, se convertirá en un sitio de paso obligado para el comercio exterior: contenedores, vehículos, graneles y cereales atravesarán su territorio. La oportunidad es evidente: agencias de aduanas, operadores logísticos, industrias, comercios y servicios buscarán instalarse cerca de ese corredor de conexión.
Además de su ubicación, la región cuenta con una ventaja clave: está atravesada por las autopistas 4G Mar 1 y Mar 2, que conducen al Urabá, y por las vías Pacífico 1 y 2, que enlazan con el Eje Cafetero y el suroccidente del país. Todo eso convierte al Occidente en un punto privilegiado para el comercio nacional.
En ese contexto es que nació el Parque Logístico de Occidente, un proyecto que busca transformar ese potencial geográfico en desarrollo real. Con una inversión estimada de $150.000 millones y un área de 51 hectáreas, ofrecerá terrenos urbanizados y dotados de servicios para la construcción de bodegas y operaciones logísticas. Su razón de ser es clara: aprovechar la cercanía con Urabá y los centros productivos para posicionar al Occidente como un nuevo nodo estratégico de la economía colombiana.
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El gerente del proyecto es Andrés Escobar Uribe, ingeniero civil de la Escuela de Ingeniería de Antioquia (EIA) y magíster en Economía de la Universidad de los Andes, con amplia trayectoria en el desarrollo urbano y la gerencia de grandes proyectos, incluido el Metro de Bogotá, empresa que dirigió entre 2017 y 2020. Con él conversó EL COLOMBIANO acerca del parque logístico, su estructuración y las oportunidades que plantea para redefinir la vocación de toda una región.
¿Cómo se gestó el proyecto?
“Proantioquia tiene un capítulo de trabajo que se llama ProOccidente. Esta región dará un salto importante en competitividad porque va a quedar cerca de Puerto Antioquia. La entidad viene pensando en las potencialidades que nacen y en cómo hacer que se materialicen. Con una asesoría de consultores españoles se hizo un ejercicio de esas potencialidades nuevas y uno de los proyectos que salió en primer lugar fue un centro logístico que tiene su razón de ser en la doble cercanía con Urabá y los centros productivos del Valle de Aburrá y el Eje Cafetero”.
¿En qué consiste ese centro logístico, qué ofrecerá?
“Un puerto seco o parque logístico es un sitio donde se prestan servicios a los operadores de carga para hacer más eficiente su trabajo y bajar los costos de operación en términos de consumo de energía y de tiempos muertos. Se generan eficiencias. Las cargas llegan al puerto en contenedores o grandes graneles, el transporte de esos volúmenes es más eficiente si se hace en transporte pesado y en el mismo contenedor entre el barco y la tractomula que lo lleve hasta el puerto seco o parque logístico.
Ahí se abre el contenedor, se hace el proceso de aduana y de desembarque final, para llevarlo a las bodegas y tenerlo en inventario en un centro para su distribución en los centros de recibo ya en camiones más pequeños. Deben asociarse otros servicios para el transporte, como aduanas, inspección y vigilancia, servicios de mecánica, hotelería, restaurantes. Con todas esas ideas identificadas, ProOccidente empezó a trabajar en hacerlo realidad”.
¿En qué fase de estructuración va el parque logístico?
“A partir de esa formulación de esas potencialidades de la zona empezamos a buscar un terreno que cumpliera con esas necesidades por tamaño y ubicación. Hay que sumarle las posibilidades que tiene la región con las conexiones a las 4G Pacífico 1 y 2 (vías que conectan a Antioquia con el Eje Cafetero y el Suroccidente del país). El punto nodal es el cruce sobre el río Cauca a la altura de Santa Fe de Antioquia. Encontramos y aseguramos los terrenos desde el año pasado con un mecanismo con los propietarios, son 122 hectáreas y a partir de eso empezamos a diseñarlo.
Lo estamos estructurando con una firma especialista que le da valor agregado, porque ha diseñado proyectos parecidos de logística y almacenamiento de muchas toneladas al día. Se necesitan traducir las necesidades logísticas de 7 millones de toneladas al año que moverá Puerto Antioquia en términos de almacenamiento, desconsolidación y distribución”.
¿Cómo será la construcción, cuánto costará y tardará?
“La primera etapa del parque sería de 52 hectáreas, con espacio para hacer entre 15 y 20 bodegas, más zonas de servicios para los transportadores, que incluyen estaciones de combustibles, repuestos, restaurantes, hoteles y hasta servicios de salud básicos.
Todo eso se está diseñando en este momento, los terrenos quedan en jurisdicción de Sopetrán. Estamos trabajando con la alcaldía en los estudios y diseños urbanísticos para someterlos a la licencia de urbanización con las determinantes y normas del actual Esquema de Ordenamiento Territorial.
El diseño sigue las directrices y determinantes de Corantioquia, como autoridad ambiental. El objetivo del proyecto es ofrecer terrenos urbanizados y con servicios para la construcción de bodegas e instalaciones logísticas complementarias. La inversión estimada es de aproximadamente $150.000 millones”.