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Trapos rojos, en su mayoría camisetas viejas y rotas, se convirtieron en la señal de hambre que cientos de familias del oriente y occidente de Medellín adoptaron para clamar por ayudas.
Ayer 300 familias vecinas a la UVA La Libertad, entre los barrios Villatina y Sol de Oriente (comuna 8) sacaron ollas, cucharas y trapos rojos para pedir apoyo.
Flor Guzmán, una de las líderes de la movilización, explicó que la mayoría de sus vecinos viven de la economía informal y desde que empezó la cuarentena están sufriendo por comida. “En mi caso tengo un contrato con una empresa pero me mandaron a licencia no remunerada y uno entiende que ellos no tengan con qué pagar, pero nosotros nos quedamos sin con qué comer porque ya no hay ingresos y tampoco podemos salir”.
Su caso se repite con muchos mensajeros, empleados de oficios varios y construcción que ya no devengan el salario mínimo y tampoco pueden acceder a subsidios del Estado por ser cotizantes en el sistema de seguridad social. Ellos narraron sus afugias ayer a la entrada de la UVA y dijeron que no quieren violar la ley, pero que sin hambre no es posible quedarse quietos.
“Por eso protestamos pacíficamente, trajimos tapabocas y gel antibacterial, y dejamos los niños en la casa. Lo que pedimos es ayuda humanitaria”, dijo María Consuelo Restrepo, de 28 años y esposa de un conductor de bus que ahora solo trabaja dos días a la semana. “Estamos sobreviviendo con $30.000 y el paquete de comida que le dieron a la niña en el colegio”, agregó.
Rodrigo Granja, presidente de la acción comunal del barrio Pinares de Oriente, pidió que se haga un censo pues las inscripciones a muchos de los programas de la alcaldía se hacen vía internet, un bien escaso en estas laderas. “En el barrio muchos ni siquiera tienen acueducto y alcantarillado y los celulares que tenemos son para recibir llamadas”, dijo.
En el mismo sentido se pronunció Luz Eneida González, quien vive de coser ropa en Nueva Villa del Socorro, una unidad de vivienda de interés social construida por la misma alcaldía. “Yo soy analfabeta entonces no tengo forma de llenar nada. Y me dijeron que llamara a la alcaldía, pero allá nadie contesta”, comentó.
Daniel Quintero, alcalde de Medellín, explicó que ya se enviaron funcionarios a distintos barrios para hacer la caracterización de las familias que no tienen posibilidad de inscribirse al programa de subsidios Medellín Me Cuida.
“Ya incluimos a 20.000 nuevas personas para ser beneficiarias de los paquetes alimenticios en los próximos días”, dijo y agregó que entre ayer y hoy se estarán repartiendo 170.000 mercados, en su mayoría recogidos en la Donatón del fin de semana.
Daniel Duque, concejal de Medellín, le propuso a la alcaldía crear una renta básica que garantice la supervivencia de 250.000 familias durante seis meses. El documento con la propuesta se radicó el pasado domingo y en él se explica que tendría un costo de $330.000 millones, que equivalen a un 7 % del presupuesto que tiene la ciudad este año y a 28 % de la línea “recuperemos lo social” del Plan de Desarrollo (aún en construcción).
Duque le dijo a EL COLOMBIANO que aún no ha tenido respuesta oficial, pero que ha oído buenos comentarios sobre ella, provenientes de diferentes secretarios. “Parece que la idea gustó, pero necesitamos que se apruebe e implemente ya”, dijo .