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“Todos esos símbolos de ilegalidad tienen que irse al piso”, esa es la idea que mantiene el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, al referirse a la intención de demoler el edificio Mónaco, otrora cuartel del narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria.
Esta vez el pronunciamiento del mandatario sobre ese tema se dio durante la feria de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo, Anato, que se lleva a cabo en Bogotá. Allí, Gutiérrez enfatizó en la necesidad de acabar con estos espacios, “que fueron construidos a través del dolor y la violencia y crear un lugar para las víctimas”.
La propuesta del mandatario local es dar lugar a un parque que rinda tributo a las víctimas y albergue la versión oficial de la guerra que libró la institucionalidad contra el cartel de Medellín.
La intención de demoler esta edificación surgió a partir de la apología al delito que representa, pues el sitio es uno de los puntos de los llamados ‘narcotours’, los cuales guían, especialmente a extranjeros, por lugares relacionados con la época de la violencia y el narcotráfico en la ciudad.
El edificio, que fue objeto de extinción de dominio, le fue entregado en diciembre de 2008 a la Policía Nacional. Pero el abandono de este, obligaba a que antes de su ocupación, sus estructuras fueran intervenidas y reforzadas, una adecuación que costaría más de 33.165 millones de pesos, idea que fue descartada por la Alcaldía.
Periodista con sueños de historiadora. Apasionada por la Medellín antigua, su memoria visual y sus relatos.