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¿Por qué se va tanto el agua en el Aburrá? EPM responde a quejas

Hasta el 10 octubre, iban 2.900 cortes, 1.300 de ellos por daños en tuberías, en el área metropolitana.

  • En Bello, la semana pasada, el daño en una tubería principal afectó a las viviendas ubicadas en el barrio Mesa. La suspensión del servicio fue para 27.342 clientes FOTO Andrés camilo Suárez e.
    En Bello, la semana pasada, el daño en una tubería principal afectó a las viviendas ubicadas en el barrio Mesa. La suspensión del servicio fue para 27.342 clientes FOTO Andrés camilo Suárez e.
02 de diciembre de 2019
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La última gran interrupción del servicio de agua en el Valle de Aburrá se presentó en la madrugada del 24 de noviembre en Bello, cuando un daño en una red secundaria del acueducto ocasionó una fuga del líquido en la calle 58 con la carrera 55, sector conocido como la Obra 2.000, con afectación para 27.342 clientes de 40 barrios.

El problema fue de tal magnitud, que para la reparación fue necesario abrir un hueco de más de tres metros de profundidad para hallar las tuberías afectadas.

El ingeniero de la Unidad de Operación y Mantenimiento de Provisión de Aguas de EPM, Iván Jaramillo Pérez, explicó que el daño se presentó en una tubería de 20 pulgadas, de acero, asbesto y cemento.

“Para reparar el problema se usó toda la capacidad operativa, porque fue una afectación causada por material de arrastre; hubo que llevar 4 carrotanques para suministrar el líquido de manera gratuita”, precisó Jaramillo. Solo en la madrugada del lunes 25, el agua volvió a las casas tras 24 horas de labores.

Pero este caso estuvo precedido de otra serie de interrupciones ocurridas en los últimos dos meses en varios sectores y barrios de Medellín y en los municipios del Valle de Aburrá, los cuales han generado la sensación de que el agua se va más de lo normal.

El 11 de noviembre, por ejemplo, 6.000 clientes de los barrios Alfonso López, Altamira, El Pesebre y Calasanz, del occidente y noroccidente, resultaron afectados por reparaciones en una tubería de 12 pulgadas en las obras del intercambio vial de la carrera 80 con la Facultad de Minas.

El 5 de noviembre, dos cortes afectaron a 21.101 clientes de Bello y a 5.488 clientes de Envigado, en una seguidilla de casos que, aunque para la comunidad parezcan extraños, para EPM están en el marco de los cánones de la prestación del servicio de agua potable.

La explicación

Al respecto, el vicepresidente de Agua y Saneamiento de EPM, ingeniero Santiago Ochoa Posada, indicó que las suspensiones se dan básicamente por tres razones: por mantenimiento de los tanques; por instalación de nueva infraestructura o nuevas redes; y por daños en el sistema.

Uno: mantenimiento

“El sistema de acueducto del Valle de Aburrá tiene 120 tanques de almacenamiento y a cada uno hay que hacerle dos mantenimientos por año, lo que indica que son 240 interrupciones fijas en 365 días”, señaló Ochoa Posada.

Las labores incluyen, como actividad principal, el ajuste de 38.515 válvulas, que son las que regulan la presión de la red y evitan que las tuberías internas de las viviendas estallen, porque la presión es muy alta y si no se controla podría ocasionar emergencias. El hecho que de la ciudad tenga un 60 % del territorio en zonas de ladera (montaña) hace que se genere más presión por la altura topográfica.

Dos: las nuevas redes

La segunda causa de los cortes es la relacionada con la instalación de nueva infraestructura, ya sea por obras propias de EPM o por la necesidad de llevar el servicio a nuevas edificaciones o viviendas.

Para estos casos también debe interrumpirse el bombeo de agua en el circuito cercano al lugar, aunque la suspensión es más corta y menor el número de afectados.

Tres: reparaciones

Y la tercera causa son los cortes por daños, que también son frecuentes y con más incertidumbre, pues la duración depende de la magnitud de la falla y el tiempo en que se esta se detecte.

“El problema es que la red de tuberías está bajo tierra y no se puede tener el nivel de supervisión que quisiéramos”, advirtió Ochoa. Es decir, como las tuberías no se ven, hay que buscar el punto de la ruptura y a veces la labor es compleja.

Este año, con corte al 10 de octubre, en el Valle de Aburrá se habían presentado 2.900 interrupciones del agua, lo que EPM considera ajustado la norma nacional marcada por el Índice de Continuidad del Servicio (ICS), que es de 99,7 %. “Este indicador pretende que el suministro de agua se mantenga el máximo tiempo para el usuario”, dijo Ochoa.

Pese a la sensación de los excesivos cortes, afirma que EPM supera el ICS en varios puntos, pues este oscila entre el 99,76 y el 99,94. “Una interrupción en este rango indica que realmente son muy pocas las que ocurren”, advirtió.

Piedad Restrepo, directora de Medellín Cómo Vamos, señaló que en la encuesta de calidad de vida, los servicios de acueducto siempre son de los mejores calificados por la comunidad, con porcentajes superiores al 90%.

“La encuesta no mide el indicador de continuidad, pero en la satisfacción de la gente con el servicio es bien evaluado y a nivel histórico no se nota insatisfacción”, precisó .

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