Un total de 68 familias, víctimas del conflicto armado que azotó los municipios antioqueños de San Francisco y Cocorná, fueron beneficiadas con la entrega de títulos de los baldíos que hoy ocupan, luego de años de desplazamiento forzado.
Una de las familias que recibió la notificación de su título es la de Albeiro de Jesús Cano y su esposa Berta Martínez, pareja que había sido desterrada de la vereda Rancho Largo en 2003, debido a los choques armados y las trampas explosivas antipersonal montadas por la guerrilla en su territorio, comentaron voceros de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.
Como la pareja, la mayoría de los campesinos de las veredas de Rancho Largo y de Jardín, les tocó salir en medio de las balas, con el temor de morir antes de llegar hasta el casco urbano de San Francisco, también azotado por la violencia y la tristeza de tener que dejarlo todo atrás.
“Salimos con mis dos hijos una de 2 años y otro de 7 años y con mi esposa llegamos a San Francisco”, relata doña Bertha. El drama se repite familia tras familia. Por ello, hoy es una bendición el trabajo realizado por el Incoder, con el acompañamiento de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, que les permite ocupar los predios con todas las condiciones legales.
Las familias también recibieron indemnizaciones por sus sufrimientos, las mismas que esperan invertir en sus predios con la esperanza de que el horror nunca más regrese a sus tierras.