Si la madre hubiera presentido que sería la última vez que le hablaría, tal vez no lo hubiera regañado por mentirle y llegar tarde a la casa. ¿Pero cómo adivinar que a esa hora el veneno ya devastaba las entrañas del niño?
Las consecuencias de la fiesta desaforada en un garaje de Itagüí todavía resuenan entre la opinión pública, en especial en aquellos hogares con adolescentes en etapa de rumbear. El festejo, realizado en la noche del sábado 21 de agosto en el barrio El Tablazo, dejó dos familias destrozadas.
Esta es la reseña del caso elaborada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.