viernes
7 y 9
7 y 9
El Ministerio de Salud presentó en la tarde de este miércoles el proyecto de resolución para que en Colombia se impongan los etiquetados frontales en los alimentos que, básicamente, les permitirá a los colombianos conocer las advertencias frente a los alimentos para conocer si son altos en azúcares, sodio (sal) o en grasas saturadas.
De acuerdo con el ministro de Salud encargado, Iván Darío González, la meta es que esta regulación se implemente en el país antes de agosto de 2022, para que el presiden Iván Duque sea quien firme la resolución final y sea el primer mandatario que esté al frente del país bajo la implementación de esta regulación, que ha sido un reclamo desde diversos sectores de la sociedad civil y que ha encontrado choque en diversos sectores de la industria.
“No estamos importando un modelo, somos capaces de liderar soluciones útiles para los ciudadanos”, dijo González durante la presentación de esta apuesta, resaltando que aunque se conocieron y estudiaron modelos como el de Chile, el colombiano es propio y fue consensuado con diversos sectores, entre los que aparecen la Presidencia de la República, Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, la Cámara de la Industria de Alimentos y la Cámara de la Industria de Bebidas de la Andi y la sociedad civil representada por Red Papaz, De Justicia, Educar Consumidores, entre otros.
Los sellos frontales de advertencia, según explicó el presidente, serán negros, de forma circular y presentarán una advertencia sobre productos altos en azúcares añadidos, sal y grasas saturadas.
Con esta propuesta, de acuerdo con el Ministerio de Salud, se busca también rediseñar la tabla nutricional haciéndola más simple. Además se incluirá el aumento del tamaño de la tabla nutricional para facilitar la lectura. “Es necesario además presentar el contenido de nutrientes por 100 gramos o 100 mililitros y por porción”, indicó el Ministerio de Salud.
Sobre la decisión, Camilo Montes, director Ejecutivo de la Cámara de la Industria de Alimentos de la Andi, señaló que “en un país con constantes debates sobre la alimentación, es necesario buscar puntos comunes que nos permitan seguir respondiendo de manera efectiva a las necesidades nutricionales de los consumidores. Así, vemos que el etiquetado de alimentos evoluciona para responder a las preferencias de los colombianos”.
Faiber Jaramillo, nutricionista y docente de la Universidad CES, sostiene que indudablemente es un avance en la búsqueda de la compresión global de la información nutricional de la comunidad en general y no solo por profesionales de nutrición y alimentos. “No será la solución definitiva para tomar decisiones de compra conscientes respecto a productos más saludables, pero definitivamente permitirá mayores aciertos en los productos seleccionados”, dijo el experto.
Al preguntarle si con este intento se empezaba a sanear la deuda de Colombia con la nutrición de los ciudadanos, Jaramillo indicó que “los gobiernos locales y regionales siempre deben tener como misión fundamental la salud de la población, es decir, desarrollar políticas públicas que promuevan estilos de vida saludable y que mejoren el estado de salud y bienestar de las personas. Sin embargo, esto se logra con diversos y múltiples aportes de diferentes sectores”.
Por esto, para él, la nueva reglamentación que se busca implementar en Colombia en materia de etiquetado es un complemento que puede ser aplicado en estrategias nutricionales y educativas, en ambientes académicos como escuelas, colegios, universidades, pero también en hogares y sitios laborales. “Es importante que toda la cadena de producción de alimentos se sume a esta iniciativa para que haya verdadera articulación entre el consumidor y el productor. Sino se logra un armonización o implementación adecuada de la norma, no tendrá el impacto esperado, como incluso se ha visto, por ejemplo, con la ley de obesidad (Ley 1355 de 2009), que no ha logrado disminuir el porcentaje de la población obesa y que de hecho va en ascenso”.
Por último indicó que es necesario lograr generar conciencia a las personas del alto impacto que tienen los componentes alimenticios en la salud, no solo negativos sino también positivos. “Es fundamental que se aprendan a reconocer las porciones adecuadas y la cantidad razonable de alimento para obtener el beneficio indicado.