Crecen el drama, la preocupación y el rechazo general por el derrame de 410 mil galones de petróleo causado por las Farc en la costa nariñense, que afecta a 20 mil habitantes que viven de la pesca y la agricultura y mantiene sin agua a 160 mil habitantes de Tumaco.
Una capa espesa de crudo de hasta ocho centímetros contamina ríos, humedales, manglares y se intenta evitar con 5 mil metros de barreras oceánicas que alcance el mar Pacífico, luego de hallarse trazas en las playas de Tumaco.
Según con la evaluación en terreno del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres, “son 9.755 personas (1.955 familias) afectadas en los consejos comunitarios Unión del Río Rosa (13 veredas) y Unión del Río Caunapi (16 veredas)”.
El censo de los pescadores que quedaron sin sustento es de 7.069 personas. El líder comunitario del sector La Loma, Juan Pablo Forero, lamenta que “los peces, los manglares y todas las especies de estos ecosistemas sufrieron daños irreparables y, lo peor, es que, por lo que se ve, es muy difícil recoger todo el crudo pues hay zonas inaccesibles”.
Tras una semana del atentado al oleoducto Transandino que provocó esta emergencia ambiental, las comunidades ribereñas comienzan a alertar por salpullidos en la piel y problemas de salud por la contaminación de aguas.
A ellos se suman miles de agricultores y también ganaderos. Las pérdidas son aún incalculables. Los palmicultores alertan por la afectación para 4 mil trabajadores que laboran en las plantas de aceite de palma y la violencia espantó a los turistas.