El controvertido dirigente político y candidato a la Alcaldía de Cartago, Ignacio Londoño Zabala, fue asesinado en la noche de este lunes en la zona urbana de este municipio.
Según las primeras versiones, el hecho se presentó hacia las 8:00 de la noche en la calle 10 con carrera Tercera, frente a la Corporación de Estudios Tecnológicos, en momentos en que el dirigente se encontraba reunido con asesores de su campaña.
El hecho fue confirmado por el comandante de la policía Valle, coronel Fernando Murillo, quien indicó que ya se dirige al lugar. En el ataque resultaron heridos la esposa de la víctima María Isabel Henao; y el secretario de Planeación de Cartago, Mario Arena. (Lea: Policía ofrece 50 millones de pesos por responsables del homicidio de Ignacio Londoño).
Londoño era investigado por la Fiscalía para establecer su relación con el asesinato del excandidato a la Presidencia y dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado.
Londoño Zabala o ‘Nachito’ es hijo del fallecido dirigente liberal del norte del Valle, Ignacio El Tigre Londoño, y de la excongresista y exalcaldesa de Cartago Jesusita Zabala.
Siguiendo los pasos de su padre, incursionó desde muy joven en la política y llegó a ser presidente de los concejos de Obando y Cartago. Su hermano Carlos Andrés fue diputado a la Asamblea en cuatro períodos.
En 1988, con 23 años de edad, fue nombrado secretario de Servicios Administrativos del Departamento por el entonces gobernador, Ernesto González Caicedo. Posteriormente, en 1990, durante la administración de Mauricio Guzmán Cuevas, ocupó la dirección del desaparecido Departamento Administrativo de Tránsito y Transportes del Valle, Datt.
Luego, Londoño Zabala fue candidato a la Cámara, pero no alcanzó a obtener la curul. Desde ese momento, prácticamente desapareció de la vida pública.
De acuerdo con el expediente del llamado Proceso 8.000, el tesorero de la campaña Samper Presidente, Santiago Medina, señaló que Londoño Zabala asistió en compañía del narcotraficante Víctor Patiño Fómeque (extraditado a los Estados Unidos en el 2002), quien se identificó como el empresario Julio Gómez, a una cena organizada en el hotel Casa Medina, con el fin de recoger fondos para financiar la campaña samperista.
Londoño era el abogado del hacker Andrés Sepúlveda y también de los narcotraficantes Víctor Patiño Fómeque y de Hernando Gómez (alias Rasguño).